Page 167 - El libro de Enoc
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Los lobos comenzaron a perseguir a esas ovejas, hasta que se las
                alcanzaron cerca de un estanque de agua.                                          (Ex 14:9)



                Pero este estanque de agua se dividió y el agua se levantó de un

                lado y del otro ante su cara y el Señor los condujo y se colocó Él
                mismo entre ellos y los lobos.                                               (Ex 14:21,22)



                Como  esos  lobos  no  veían  más  a  las  ovejas,  ellas  anduvieron  en

                medio  de  este  estanque  y  los  lobos  persiguieron  a  las  ovejas  y
                corrieron tras ellas, esos lobos en este estanque de agua.                      (Ex 14:23)



                Y cuando ellos vieron al Señor de las ovejas se regresaron para huir
                de  su  presencia,  pero  este  estanque  de  agua  se  cerró  y  volvió

                repentinamente a su posición natural y se llenó de agua.                     (Ex 14:24-27)



                Continué mirando hasta que todos los lobos que iban persiguiendo a
                este  rebaño,  perecieron  sumergidos  y  ahogados  y  las  aguas  los

                cubrieron.                                                                      (Ex 14:28)



                El rebaño se apartó de estas aguas y fueron a un lugar desolado en
                el que no hay agua ni hierba y sus ojos se abrieron y vieron. Miré

                hasta que el Señor del rebaño los apacentó, les dio agua y hierba y
                la oveja fue y los guió.                                               (Ex 15:22-27, 17:6)



                La oveja subió a la cima de una roca elevada y el Señor del rebaño
                la envió en medio del rebaño y todos ellas se mantenían a distancia.

                                                                                                  (Ex 19:3)
                Entonces miré y he aquí que el Señor del rebaño se alzó frente al

                rebaño  y  su  apariencia  era  potente,  grandiosa  y  terrible  y  todo  el
                rebaño lo vio y tuvo miedo de Él.                                               (Ex 19:16)
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