Page 168 - El libro de Enoc
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Todas estaban asustadas y temblando ante Él y le gritaron al
cordero que era su segundo y que estaba en medio de ellas:
«Nosotras no podemos estar delante del Señor».
Entonces se volvió el cordero que las guiaba y subió por segunda
vez a la cima de aquella roca. Pero el rebaño comenzó a cegarse y
a apartarse del camino que les había señalado, sin que el cordero
supiera tales cosas. (Ex 32:1-6)
El Señor del rebaño se enfureció mucho contra el rebaño, el cordero
lo supo y descendió de la cima de aquella roca y vino al rebaño y
encontró a la mayoría cegadas y extraviadas. (Ex 32:7-10,19)
Cuando lo vieron comenzaron a atemorizarse delante de Él,
queriendo volver a sus rediles.
El cordero tomó con él a otras ovejas y vino al rebaño, degollaron a
todas las extraviadas y comenzaron a temblar ante Él. Entonces ese
cordero hizo regresar a sus rediles a todo el rebaño extraviado.
(Ex 32:27-28)
Continué viendo este sueño hasta que este cordero se transformó
en hombre, construyó un campamento para el Señor del rebaño y
llevó a todo el rebaño a este campamento. (Ex 33:7-11, 40)
Seguí mirando hasta que se durmió esa oveja que se había unido al
cordero que dirigía a las ovejas. Observé hasta que todas las ovejas
mayores hubieron perecido y se levantaron en su lugar unas
menores y ellas entraron en un pastizal y se acercaron a un río.
Después la oveja que los guiaba y que se había convertido en
hombre, fue separada de ellas, se durmió y todas las ovejas la