Page 156 - WORLD WC Antes de la Tormenta
P. 156

Había algunos en Undercity que resentía el papel que el Concejo Desolado había
           creado,  sin  embargo,  Vellcinda  había  sido  firme  en  que  solamente  era  una  medida

           provisional. Las provisiones necesitan entrar. Los miembros de reemplazo debían unirse.


                    —Estaríamos  honrados  —había  sido  Vellcinda  alguna  vez  en  una  reunión
           pública—, si nuestra querida Sylvanas entrara por esa puerta, estaría más que feliz de
           decirle “Hola, Dama Oscura, la hemos extrañado mucho. Por favor vuelve a tomar tu

           puesto gobernando a ésta gran ciudad. ¡Es una cosa muy desgastante!”


                    Como  sirviente,  había  preparado  comidas,  atendido  a  los  enfermos,  había
           limpiado bañeras y vaciado orinales. Había hecho lo que necesitaba hacerse y en lo que a
           ella respectaba, preferiría dar un paso atrás y dejar a quienes fueran mejores liderando
           tomar el puesto. No podía recordar la última vez que se había sentado y disfrutado de ver

           el flujo tranquilizante de los canales verdes.

                    Se volvió a los presentes, reprendiéndose por soñar despierta. Cuando la última

           persona terminó de hablar, miró a la multitud reunida.


                    —Cielos, estoy tan orgullosa de todos ustedes. Y de aquellos que lo dieron todo
           por la Horda. Gracias por venir.


                    Y  eso  era  todo.  La  multitud  se  dispersó  y  ella  los  observó  irse.  Estaba
           decepcionada de que Sylvanas no hubiera aceptado su invitación para asistir, pero no era
           inesperado.


                    —Primer Gobernadora Vellcinda —dijo una voz tranquila. Se giró, sorprendida y

           encantada.

                    —Oh, Campeón Blightcaller —dijo—. Qué bueno que bueno que vino. Yo… ¿No

           se supone…?


                    Él negó con la cabeza.

                    —No. Nuestra reina tenia asuntos urgentes que atender. Pero, —añadió— me

           envió para aprender más acerca de lo que sucedía en su ausencia y para hacerte saber que
           ella pretende visitarlos pronto. Lamenta no haber podido estar aquí hoy.


                    —¡Oh,  es  tan  amable  de  su  parte!  Estoy  encantada  de  escucharlo  —Tocó  su
           brazo—. Soy lo suficientemente anciana para leer entre líneas, jovencito. Lady Sylvanas
           teme que tenga a otro Putress en sus manos. Pero no teman. Solamente somos un grupo

           de ciudadanos preocupados, cuidadores de alguna forma, cuidando la casa mientras la
           señora no  está. ¿Por  qué no  vuelves para  una  visita  ésta tarde?  Estaremos  felices  de
           discutir lo que hemos tratado de hacer. ¿Tal vez quieras una taza de té? —a Vellcinda le





                                                           155
   151   152   153   154   155   156   157   158   159   160   161