Page 195 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—Él no… ¿él está vivo?


                    El rey negó tristemente con su rubia cabeza.


                    —No.  Pero  él  eventualmente  se  convirtió  en  un  renegado.  Y  fue  como  un
           renegado que se volvió un héroe. Fue asesinado porque desafió a un tirano, el Jefe de
           Guerra de la Horda, Garrosh Hellscream. Murió porque no siguió órdenes que sabía que

           eran crueles y equivocadas.


                    El Conde Ridgewell regresó cargando una bandeja con cuatro copas y el vino
           prometido. El rey agradeció con un asentimiento y llenó las copas. Fredrik se acercó por
           la suya, cuidando de no agarrar el frágil vidrio soplado demasiado fuerte. No eran los

           pesados tarros a los que estaba acostumbrado en su taberna, eso era seguro.

                    Frandis  —su  hermano—  había  sido  un  renegado.  Fredrik  comenzó  a  temblar

           abruptamente y su vino bailoteó alrededor del hermoso cáliz. Tomó un trago para calmar
           sus nervios, después se reprendió por no saborear la extraña cosecha.


                    —Un héroe —dijo Fredrik, repitiendo las palabras del Rey Anduin—. Eso no
           suena como un renegado —añadió con cautela, preguntándose si era alguna clase de
           juego.


                    —No por lo que pensamos de los renegados —dijo la mujer. A su lado el hombre

           de cabellos grises comenzaba a parecer más irritado.

                    —¿Pero suena como Frandis? —preguntó el rey.


                    Las lágrimas relucieron en los ojos de Fredrik


                    —Sí —dijo—. Era un buen hombre, Su Majestad.


                    —Lo sé —dijo el rey—. Y era un buen hombre incluso después de morir. Hay
           otros renegados que todavía se mantienen aun después de… su transición. Ciertamente
           no todos. Pero algunos.


                    —No parece posible —murmuró Fredrik.


                    —Déjame hacerte una pregunta —dijo el rey—. Supongamos que, por alguna
           razón, Frandis todavía estuviera con nosotros. Como un renegado. Sabiendo que todavía

           era  mayormente  él  mismo,  todavía  el  buen  hombre  que  era  tu  hermano,  ¿te  hubiera
           gustado encontrarte con él?


                    Fredrik clavó la mirada en su regazo. Vio que sus grandes y fuertes manos habían
           estado agarrando y torciendo su sombrero hasta que había perdido totalmente su forma.





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