Page 200 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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Indudablemente Calia había sido amable y había consolado a todos con los que
           ella  y  Anduin  habían  hablado,  pero  el  amor  indudable  claramente  la  había  golpeado

           poderosamente.  Ella  se  levantó  y  fue  con  Philia,  abrazándola  fuertemente,  dejándola
           llorar en su hombro. Anduin pensó haber visto lágrimas en los ojos de la sacerdotisa

           mientras las dos mujeres se aferraban a la otra y un pensamiento lo atacó. Era un tema
           delicado, pero era uno que debía tratar con Calia apenas terminaran su tarea.


                    —Es verdad, te lo prometo —él le dijo a Philia—. No he conocido a tu padre,
           pero me he encontrado a muchos renegados que recuerdas quiénes eran y que estarían
           muy felices de volver a reunirse con aquellos que creían muertos o destruido más allá de

           reconocimiento.

                    Calia se apartó de la chica un paso, apoyando las manos en sus hombros.


                    —¿Philia? Mírame —La chica obedeció, tragando, sus ojos rojos e hinchados—.
           He escuchado de tu padre por alguien que lo conoce como es ahora. Habla muy bien de

           él y me dice que todavía es amable e inteligente. Creo que será una reunión muy feliz
           para ambos.


                    —¡Gracias! ¡Muchas gracias! ¿Cuándo se llevará acabo?


                    —Enviaremos  a  un  mensajero  con  las  indicaciones  —le  prometió  Anduin—.
           Esperamos que sea pronto.


                    Cuando la chica se fue, radiante de alegría, Calia le sonrió a Anduin a pesar de
           que su rostro todavía estaba sonrojado por las lágrimas de empatía que había derramado.


                    —Espero que veas ahora el bien que haces, Anduin Wrynn.


                    Él le sonrió ladino.


                    —Espero que sea bueno —dijo—. Me relajaré cuando todo haya terminado. No
           podría haberlo hecho sin ti, Calia. Tienes un don para leer a la gente.


                    —Eso es algo que aprendí a temprana edad como una niña real, igual que tú.
           Trabajar tan cercanamente con tantos compañeros sacerdotes solamente me ha ayudado
           a afilar ese don y templarlo con compasión.


                    Hubo una pausa. Calia misma le había dado un sigue hacia la conversación que

           deseaba tener con ella, pero, aun así, Anduin se armó de valor.

                    —Calia —comenzó con cuidado—, has sido una ayuda muy grande. Y no eres

           una ciudadana de Stormwind. Si éste plan lleva eventualmente a la paz, serás una heroína
           de la Alianza.




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