Page 276 - WORLD WC Antes de la Tormenta
P. 276

Sylvanas Windrunner había matado a su propia gente. Pero había ordenado que
           se abstuvieran en cuanto a los humanos. Al menos hasta ahora. La mirada de Anduin

           barrió el campo. Había algunos residentes de Stormwind corriendo hacia la fortaleza, pero
           no fueron lastimados por las forestales oscuras.


                    Pero una advertencia comenzó a sonar en su mente. Si ya habían terminado con
           la matanza de su propia especia y no querían atacar a los humanos que habían participado

           en la Reunión, ¿por qué estaban ahí?


                    Y la respuesta golpeó su cabeza. Comenzó a escanear desesperadamente el campo
           por  la  única  persona,  viva  o  no-muerta, que  podría  presentar  una  posible  amenaza  a
           Sylvanas Windrunner: Calia Menethil.


                    Ella corría lo más rápido que podía. Un campo dorado y cálido la envolvía: la
           Luz, protegiéndola de cualquier daño. Por ahora. Anduin hizo un hechizo en sí mismo
           mientras corría tras ella, tratando de cerrar la distancia entre ambos.


                    Una sombra pasó sobre ellos. Anduin miró hacia arriba y su corazón se agitó al

           ver a un único murciélago volar sobre él, bajo y cerca, una intimidación y una mofa. Él
           vislumbró unos brillantes ojos rojos, y entonces el murciélago ya no estaba, moviéndose
           más rápido de lo que jamás pudo haber corrido hacia la reina sin corona de Lordaeron

           protegida por la Luz.

                    Sylvanas la estaba cazando como un halcón a un conejo. El escudo protegería a

           Calia, pero no duraría para siempre y entonces habría un par de latidos durante los cuales
           estaría totalmente vulnerable. Si él pudiera alcanzarla justo a tiempo, podría llamar a otro
           escudo para ella. Pero su decisión de enviar a la anciana Emma de regreso a un lugar

           seguro en su grifo significaba que estaba confiando en sus propios pies. Llamó a la Luz
           por fuerza y rapidez y un escudo propio.


                    Sabía que se había hecho el objetivo perfecto. Que así fuera. Si Sylvanas quería
           una guerra, la dejaría comenzar una.


                    Pero incluso cuando cerró la distancia, sabía que no sería suficiente. El grito de
           negación  desgarró  viva  la  garganta  de  Anduin  mientras  lo  profería.  El  mundo  a  su

           alrededor pareció romperse como cristal; todos sus brillantes fragmentos de esperanza a
           idealismo y alegría fueron hechos añicos dentados y filoso.


                    La  resplandeciente  aura  de  protección  alrededor  de  la  verdadera  reina  de
           Lordaeron brilló y luego se desvaneció.


                    Él miró, sólo a unas cuántas yardas de distancia, demasiado lejos para salvar a
           Calia,  como  Sylvanas  Windrunner  sacó  una  flecha  negra,  despacio,  lánguidamente,
           saboreando el momento, y después la dejó volar.


                                                           275
   271   272   273   274   275   276   277   278   279   280   281