Page 35 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—Lo haré gustoso, mas no frente a miradas curiosas. ¿Podríamos ir a un lugar
           más  privado?  —ante  la  mirada  irritada,  dijo  con  la  voz  más  honesta  que  ella  jamás

           escuchó— Mire. Querrá mantener ésta información privada. Confíe en mí.


                    Extrañamente, lo hizo.

                    —Si exageras, sufrirás.


                    —Oh, lo sé. Y también sé que le gustará lo que va a descubrir.


                    Sylvanas se inclinó y murmuró a Nathanos.


                    —Volveré en un momento. Más le vale tener razón.


                    Consciente de los ojos que la seguían, se levantó e indicó que Gallywix podía
           seguirla a la habitación detrás del trono. Él lo hizo y cuando la cortina de piel se cerró,
           dijo.


                    —Uh. No sabía que éste lugar estaba aquí.


                    Sylvanas no respondió, en su lugar simplemente extendió la mano hacia el bastón.
           Con una pequeña reverencia, se lo tendió. Cerró la mano alrededor de éste.


                    Nada.


                    La  decoración  era  llamativa,  sin  embargo,  Sylvanas  pudo  ver  que  era  de  una
           artesanía finísima. Se estaba cansando de los juegos del goblin. Frunció un poco el ceño

           y deslizó una mano hasta la punta del bastón, hacia la gema que estaba incrustada ahí.

                    Sus ojos se abrieron de inmediato y jadeó con asombro.


                    Alguna vez lamentó la vida que le había sido negada. Se había conformado con
           los regalos de su no-muerte: su devastador gemido de Alma en Pena, ser libre de hambre

           y cansancio y otros grilletes que ataban a los mortales. Pero esa sensación los eclipsó a
           ambos.


                    No solamente se sintió fuerte sino poderosa. Como si su agarre pudiera destruir
           un cráneo, como si una simple zancada pudiera cubrir una legua y más. La energía se

           enroscó dentro de cada músculo, forzándolos como una bestia de precisión pura y poder
           contra cualquier atadura. Los pensamientos avanzaron presurosos a través de su cerebro,
           no  eran  nada  más  sus  pensamientos  calculadores,  audaces,  inteligentes,  sino  unos
           brillantes, atemorizantemente brillantes. Innovadores. Creativos.










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