Page 39 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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Shaw cedió la piedra; parecía no tener deseo alguno de sostenerla más de lo
necesario. Anduin lo respetó. Rogers la tomó. Ella vaciló, acercándose para agarrar el
costado de la gran mesa del mapa para mantener el equilibrio, mirando embelesada al
pequeño pedazo de piedra. Entonces su expresión cambió a una de ira y esperanza
mezcladas.
—¿Hay más de esto?
Shaw le dio a Velen y a Rogers una versión editada de lo que había compartido
con Genn y Anduin antes. Los dos escucharon con atención. Cuando terminó, Rogers
dijo.
—Si podemos encontrar una forma de utilizar esto… podríamos destruir a la
Horda.
—El pensamiento de Sylvanas con esto me enferma —dijo Genn sin minimizar
sus palabras.
¿Porque debemos llevarlo todo hacia la violencia? Pensó Anduin con su propia
pizca de enojo. En su lugar dijo, respondiendo a la primera pregunta de Rogers
—Le dije al Maestro Espía Shaw que debemos obtener más de esto y estudiarlo.
Creo que hay mucho mejores cosas que podríamos hacer con ésta sustancia que crear
métodos para matar con mayor eficacia.
—Sylvanas no pensaría así y nosotros tampoco deberíamos.
Anduin llevó su mirada azulada hacia Greymane.
—Debería decir que lo que nos hace mejores que ella es que de verdad lo
pensamos —antes de que Genn pudiera protestar, Anduin alzó una mano—. Pero nunca
dejaría a la Alianza desprotegida. Con información suficiente, podríamos aplicar nuestras
habilidades a más de una tarea —puso los hombros rectos y llevó su atención al mapa de
Azeroth que se extendía frente a él, sus ojos azules paseando por la imagen de un mundo
que se había convertido recientemente preciado para él. Su mirada se detuvo un momento
en el hogar de uno de los aliados más cercanos de Stormwind, las tierras de los enanos y
su capital Ironforge.
—Los humanos no hicieron frente solos a la Legión —Anduin le recordó a los
allí reunidos—. En la batalla se nos unieron los draenei y aquellos pandaren que
escogieron a la Alianza. Tu gente también, Genn: los refugiados huargen y humanos que
se han más que ganado su lugar en la Alianza al pararse hombro con hombro, primero
con mi padre y ahora conmigo para enfrentar ese horrible riesgo. Los enanos y los gnomos
también estuvieron con nosotros.
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