Page 31 - WORLD WC Antes de la Tormenta
P. 31
* * *
Una mesa de madera pesada, toscamente labrada y bancos fueron llevados al
Fuerte Grommash. Un banquete de celebración se serviría a los líderes de cada grupo y a
algunos guardias o acompañantes seleccionados. Sylvanas misma se sentaría en la
cabecera de la mesa, de acuerdo a su posición.
Ahora, mientras Sylvanas contemplaba a sus acompañantes, reflexionó acerca de
que ninguno tenía familia de ningún tipo. Su campeón era lo más cercano que había a un
consorte formal o un compañero presente. Y su relación era complicada, incluso para
ellos.
A cada una de las razas se le había animado a realizar un ritual de celebración de
victoria o de honor a sus veteranos. Sylvanas estaba dispuesta a complacer esa petición;
aplacaría a muchos y los fondos para tal evento no saldrían de las arcas de la Horda sino
de las de cada raza. La idea la había sugerido Baine cuya gente, por supuesto, había
practicado dichos rituales como parte de su cultura durante… bueno, desde que los tauren
existían, asumió Sylvanas.
Los trolls también habían aceptado al igual que los pandaren de la Horda. Ellos
tenían una posición única dentro de la Horda en la que era una colección de individuos
que sentían una conexión con los ideales de la misma. Su líder y su tierra se encontraban
muy lejos, pero habían probado su valía a la Horda. Habían asentido sus redondas y
peludas cabezas a la posibilidad de presentar un ritual, prometiendo belleza y espectáculo
para levantar los ánimos. Sylvanas había sonreído gratamente y les hizo saber que ese
acto sería bien recibido.
Sylvanas recordó que alguna vez Quel’Thalas solía ofrecer ceremonias brillantes,
deslumbrantes y magníficas con simulacros de batallas y esplendor. Sin embargo, en
tiempos más recientes los antiguos elfos nobles, luchando con traición y adicción, se
habían vuelto más sombríos. Quel’Thalas se estaba recuperando y los elfos de sangre aun
amaban sus lujos y sus comodidades, pero ahora encontraban desagradables esas muestras
tan ostentosas en vista de las implacables tragedias para su gente. Su contribución, según
le había dicho Theron, sería breve y precisa. Ahora estaban amargados. Amargados igual
que lo estaban los renegados; Sylvanas había rechazado rotundamente participar en lo
que ella percibía como una pérdida de tiempo y oro.
En ese aspecto, los goblins estaban de su lado. Era un pensamiento macabramente
divertido.
30