Page 32 - WORLD WC Antes de la Tormenta
P. 32

Esperó mientras varios chamanes de todas las razas comenzaban las ceremonias
           con un ritual. Los tauren ofrecieron una recreación de una de las grandes batallas de la

           guerra. Y finalmente los pandaren caminaron al centro del Fuerte Grommash. Vestían
           con trajes de seda —túnicas, pantalones y vestidos— en tonos verde jade, azul cielo y

           rosa nauseabundo. Sylvanas debía admitirlo, sin importar lo grandes, suaves y redondos
           que parecieran ser los pandaren, eran asombrosamente ágiles cuando bailaban, caían y
           presentaban sus batallas simuladas.


                    Baine se alzó para terminar con el evento. Despacio, su mirada recorrió el salón,
           observando no solo a los líderes en la mesa sino a los otros que se sentaban en alfombras

           y en pieles alrededor del abarrotado y sucio suelo.

                    —Es con dolor y orgullo que nos reunimos aquí hoy —retumbó —Dolor pues

           muchos héroes valientes de la Horda cayeron en la honorable y terrible batalla. Vol’jin,
           Jefe de Guerra de la Horda, guio a la vanguardia contra la Legión. Luchó con coraje.
           Luchó por la Horda.


                    —Por la Horda —se escuchó el murmullo solemne. Baine giró para mirar algo.

           Sylvanas siguió su mirada y vio las armas de Vol’jin y máscaras de rito colgando en un
           lugar de honor. Otros, también, inclinaron sus cabezas. Sylvanas inclinó la suya.


                    —Pero no olvidamos el orgullo que tenemos en esas batallas y su resultado. Pues
           contra todo pronóstico, hemos derrocado a la Legión. Nuestra victoria se pagó con sangre,
           pero se pagó. Sangramos. Ahora nos curamos. Nos lamentamos. ¡Ahora celebramos! ¡Por
           la Horda!


                    Ésta vez la respuesta no fue silenciada ni respetuosa sino un vítor a todo pulmón,

           con sentimiento que hizo cimbrar las vigas del fuerte. ¡Por la Horda!

                    Se sirvió jabalí asado y tubérculos con cerveza, vino o algún otro licor fuerte para

           beber. Sylvanas observó mientras los otros tomaban parte. Poco después de que el primer
           tiempo  hubiera  terminado,  notó  un  sombrero  de  copa  rojo  y  púrpura  salpicado  con
           estrellas acercándose a su lado de la mesa.


                    —Oh,  ¿Jefe de Guerra? Un momento de su tiempo.


                    —Un momento —Sylvanas le dijo al sonriente goblin. Se detuvo junto a su silla—
           . Tienes mi atención. No la desperdicies.


                    —Estoy  seguro  de  que  reconocerá  que  no  lo  hago,  Jefe  de  Guerra  —dijo

           nuevamente con ese aire de confianza—. Pero primero un poco de historia. Estoy seguro
           que sabe de las tragedias y los retos que el Cártel Pantoque tuvo que enfrentar antes de
           ser invitados a unirnos a la Horda.




                                                           31
   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37