Page 47 - WORLD WC Antes de la Tormenta
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—Genn —dijo, sirviéndose una segunda ronda de huevos—. Me gustaría pedirte
que cuidaras de mi reino mientras estoy fuera. No puedo pensar en nadie mejor para
hacerlo que una persona que ya está familiarizada con lo que esto conlleva. No te
preocupes —añadió con una sonrisa—. Ésta vez prometo formalizarlo antes de que me
marche.
Lentamente, Genn bajó su tenedor.
—Su Majestad —dijo—. Me siento honrado. Serviré a Stormwind igual que he
servido a dos de sus reyes. Pero soy un viejo. Haría bien en empezar a buscar una manera
de tener a alguien más joven para gobernar si algo llegase a sucederle.
Anduin suspiró internamente. Ésta no era la primera vez que el tema de un
heredero salía a colación. Prefirió ignorarlo, pero estaba casi seguro que Genn volvería a
mencionarlo una vez más antes de que se marchara a Ironforge, aunque Anduin ya había
dejado muy clara su opinión. Anduin no iba a casarse con una mujer que no amase.
—Estoy feliz de que aceptes —dijo Anduin, esquivando el problema entero y
girándose hacia Velen antes de que Genn pudiera continuar—. Profeta, espero que pueda
acompañarme en mi viaje tanto a Ironforge como al extranjero. No he olvidado a los
draenei que siguen cuidando el Exodar. Los veré y les agradeceré.
El draenei de barba blanca inclinó la cabeza, conmovido.
—Será un honor acompañarlo, Su Majestad. Significará mucho para mi gente.
—También significará mucho para mí también —respondió Anduin, untándole
mantequilla a su pan tostado. Mantequilla, pensó. Algo que había dado por sentado
cuando mucho no tenían más que un trozo de pan— ¿Qué puede ofrecerle Stormwind a
los draenei para mostrarles nuestro profundo aprecio por su ayuda contra un enemigo en
común?
—Que Su Majestad se preocupe lo suficiente para siquiera preguntar después de
todo lo que ha tenido que pasar, seguramente enternecerá sus corazones.
El joven rey dejó el cuchillo para la mantequilla y contempló a su viejo amigo.
—Tú sabes más de resistencia que cualquiera de nosotros —dijo
tranquilamente—. De sufrimiento, de pérdida.
Liam Greymane no fue el único hijo que tuvo que dejar atrás a un padre amoroso.
Más que esa profunda pérdida personal se encontraba la que el pueblo de Velen había
sufrido. Argus, su querido mundo natal, no solamente fue invadido con eredar corruptos,
sino que había sido deliberadamente torturado durante eones por el titán caído Sargeras.
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