Page 50 - WORLD WC Antes de la Tormenta
P. 50

eran mejores que los demás. “La Horda Original” y demás disparates. Los tauren estaban
           demasiado enamorados de la tierra para hacer que cualquier persona se sintiera cómoda

           y  todo  lo  que  tenían  los  trolls  con  la  loa  lo  asustaba  bastante.  Los  pandaren  eran
           demasiado… bueno… amables. Llegó a encontrar a uno o dos elfos de sangre con quienes

           podía compartir una cerveza, pero la raza entera era demasiado bonita y les gustaban las
           cosas  bonitas  y  los  goblins  y  su  cultura  definitivamente  no  calificaban  como  cosas
           bonitas.


                    Pero la peor parte de unirse a la Horda era que la unión había ascendido a Jastor
           Gallywix de ser un simple príncipe mercante a un poderoso y resbaloso líder de toda una

           facción de la Horda. Y entonces, un día, sin previo aviso, como si hubieran lanzado una
           moneda, Grizzek se había hartado.


                    Tomó sus pertenencias —todas sus baratijas de laboratorio, libros repletos de años
           de minuciosamente detalladas notas acerca de experimentos y un pequeño depósito lleno
           de provisiones— y se mudó ahí, a una playa desierta en Tanaris.


                    Trabajar en soledad bajo el sofocante sol, que volvió su pálida piel de verdosa-

           amarillenta a un tono esmeralda bosque, construyó una pequeña pero modesta casa y un
           no tan pequeño ni tan modesto laboratorio. Gizzek vio que había florecido en la soledad
           y bajo la luz del sol. Se despertaba al atardecer, nadaba un poco y rompía su ayuno,
           entonces se encaminaba a trabajar durante la fría tarde y las horas nocturnas. A través de

           los  años,  había  construido  un  sofisticado  sistema  de  defensa  compuesto  por  robots,
           alarmas, silbatos y otros sistemas de alerta.


                    Su  aparato  preferido  de  esos  era  Feathers,  un  loro  robótico  de  nombre  poco
           imaginativo que le hacía compañía. Feathers hacía vuelos de reconocimiento varias veces

           al día utilizando sus ojos mecánicos para buscar por algo fuera de lo ordinario. Alertaría
           inmediatamente  a  Grizzek  si  había  peligro.  Y  después…  bueno,  dependiendo  de  la
           naturaleza del intruso, enviarían una advertencia descortés o un rayo del Goblin Dragon
           Gun Mark II que siempre tenía a la mano.


                    Era una vida maravillosa. Y había fabricado cosas bonitas. Bueno, bonitas tal vez
           no sería la palabra correcta. Había fabricado cosas que hacían explotar otras de forma

           espectacular y artilugios prácticos que le ayudaban a no preocuparse por cocinar, limpiar
           o, realmente, nada más que crear más aparatos y dispositivos explosivos.


                    Y por supuesto, cuando Feathers apareció de pronto mientras él estaba tumbado
           sobre su espalda, flotando perezosamente y graznó escandalosamente “¡alerta de intruso,

           entrada del lado oeste!”, significaba que su maravillosa vida estaba a punto de implotar.


                    Grizzek  hizo  una  mueca  mientras  escuchaba  el  reporte  de  Feathers.  Aunque,
           cuando se convirtió en un solo nombre, sus ojos se abrieron de golpe.


                                                           49
   45   46   47   48   49   50   51   52   53   54   55