Page 175 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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HISTORIA DE LA CIVILIZACION PERUANA 171
co un Ayar o sea uno a modo de semidiós indiano, trasunto de los
semidioses griegos.
Si se atiende a que ayar es una forma de decir aillar o con-
junto de aillos, se convendrá en que no andamos errados al re-
tener, como retenemos, que quienes salieron de la histórica isla de
Titicaca no fue, de ninguna manera, una menguada pareja huma-
na, sino un conjunto de aillos, más o menos numeroso, poseedor,
con todo, de un caudal cultural no inferior al que poseyeron en su
propia época las gentes del extinguido Tiahuanaco, gobernado por
un aillo mayorazgo apellidado Capac y guiado camino de la tie-
rra en que florecería su destino por un aillo apellidado molleo,
mallqui, manco o explorador.
Se acostumbra a decir, sin aducir las pruebas filológicas de
ello, que molleo, origen de Manco, tiene el valor intrínseco de man-
dón, reyezuelo o individuo encargado del gobierno de una comu-
nidad andina, en un sentido allegado al de la voz griega monar-
chos, y, desde luego, a ver en el mítico Manco Capac o Manco el
Grande, el primer monarca peruano, que es el título y el número
ordenal como lo consideran Garcilaso, Montesino y los restantes
historiadores.
De ser acertada— que no lo es—esta interpretación, la fami-
lia andina habría conocido la forma monárquica, que da de sí a
régulos y reyezuelos, en una época primordial de su historia, du-
rante la cual es sabido que no conoció cosa mejor que la fratría,
camino de la tribu, camino de la consociación de tribus, camino,
en última instancia, de la reyecía.
Juzgamos que en lo futuro habrá que desestimar una inter-
pretación semejante, por incompatible con la filosofía del idioma,
con la índole de la tradición y con el conocimiento crítico que hoy
poseemos de la organización de la primordial sociedad peruana.
Molleo, punto de partida de Manco, continúa siendo una voz
viviente de la lengua quechua, en la cual conserva su significa-
ción castiza, ajena de los conceptos de régulo, reyezuelo o curaca.
De haber tenido alguna vez el valor de régulo, reyezuelo o
curaca, la voz manco continuaría conservándolo, como muchos