Page 176 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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     otros nombres, en el léxico quechua, que no tenemos el derecho de
     considerar distinto del que rigió por los años de la fundación  y
     florecimiento del Imperio.
          Molleo, explica Fray Honorio Mossi en su excelente Diccio-
     nario Quechua-Español, es el “polluelo” de las aves que comienzan
     a volar, trechito a trecho,  y es voz antitética de allco  (el perro),
     voz esta última que tiene el valor de corredor expedito o perfecto
     corredor.
          Molleo es a todas luces un calificativo aplicable al cóndor,
     ave que, debido a su corpulencia, necesita correr “trechito a tre-
     cho”, como el polluelo de Mossi, dando saltos  y batiendo las alas,
     para romper a volar.
          Cabe decir que el nombre específico del cóndor, así en que-
     chua como en aimara, es ccunuturi, voz madre de cunturi, cundu-
     ri, condori  y  cóndor .
          Como tal ccununturi, o cunturi;  y  en atención a que ccunu
     expresa nieve y  uta, casa, en la lengua aimara, su nombre tiene
     el valor de “ave de la región de las nieves, o el de ave que anida
     en los picachos nevados de la cordillera de los Andes”,  y  como
     tal molleo, el de “ave corredora”.
         Manco, tal como suena, es el nombre “mapuche” del cóndor,
     y  Manquileff, apellido cacical de las reducciones mapuches- de
     Temuco en Chile, es “cóndor corredor”.
         La voz Manquileff designó, sin duda, entre los dichos mapu-
     ches, al hombre que por alguna particularidad de su indumenta-
     ria  y  de sus “andares” recordó al cóndor.
         El hombre denominado ya molleo, ya manco, o ya manqui-
     leff, empleado en calidad de scout, o guía, en las migraciones de
     los aillos a que perteneció, fué prácticamente un “cóndor corre-
     dor”, o en otras palabras un guía disfrazado de cóndor.
         Los grabados que reproducimos en   el capítulo IX de esta
     obra, tomados de la ornamentación del friso del arco de Kalasa-
     saya en Tiahuanaco, ofrece gráficamente a nuestra vista una teo-
     ría de mallcos de la época andinoarcaica, representados en el acto
     de guiar a los aillos fundadores de Tiahuanaco de la vertiente
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