Page 283 - El Misterio de Belicena Villca
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¡Dramático destino el del Espíritu cautivo! Durante milenios recordar el Origen,
es decir, exhibir un linaje herético, era castigado por los Demonios con un fuerte
Karma, y el dolor, el sufrimiento, eran tan terribles que se acababa por olvidar.
Pero, mientras esta degradación ocurría, en el fondo de su corazón, bullendo en
su sangre, el condenado podía participar del Recuerdo de Sangre y acceder a la
Gnosis; era su derecho: si lograba elevarse desde la ciénaga de la confusión
espiritual nadie podía impedirle que recibiera la luz del Gral ni que escuchara el
Canto de los Dioses. Con Israel ni esta miserable oportunidad de despertar sería
ya posible pues el conflicto fue planteado en términos biológicos, raciales,
culturales...: quien se comprometa en la contienda debe ahora arriesgarlo todo
pues al enfrentar a Israel se está enfrentando al mismo Demiurgo. Israel avanza
en la Historia con una fuerza irresistible. Sus grandes ideas van dominando poco
a poco a la Cultura de Occidente paralelamente con el crecimiento de su potencia
financiera. ¿Quién será capaz de oponerse a la fuerza conjunta del
judeocristianismo, de la judeomasonería, del judeomarxismo, del sionismo, del
Trilateralismo? ¿Quién podría hacer “saltar” las bancas de Rothschild, de
Jacobo Schiff, de Kuhn and Loeb, de Rockefeller, etc.? ¿y quién competirá
con los hebreos en los campos de la Ciencia o el Arte? Ya describí el fantástico
Poder Material alcanzado por la Sinarquía Templaria en la Edad Media; piense,
Dr. Siegnagel, lo que ha de representar tal Poder hoy día; contra estas fuerzas
organizadas el hombre no tiene la mínima chance. Por eso, ante tan formidable
Poder, la única alternativa estratégica válida es la confrontación racial: a la Raza
Sagrada de Jehová Satanás oponer el linaje hiperbóreo de los Espíritus cautivos.
Y en este choque de linajes, en esta guerra llevada al terreno de la sangre, el
hombre despierto, aquel que recuerde y desee regresar, deberá escuchar el
Canto de los Dioses y, siguiendo una vía secreta de liberación, hallar “la salida”,
regresar al Origen, y trasmutarse en Hombre de Piedra. Habrá cumplido así con
la primera parte de la Estrategia Odal. Pero si un Líder carismático, despierto y
trasmutado, se pone al frente de una comunidad racial y decide guiar a los
hombres en conjunto de Regreso al Origen, podrá aplicar en su totalidad la
Estrategia Odal, aprovechando la presencia del Gral. En este caso el Líder
planteará la Guerra Total contra las fuerzas demoníacas de la Sinarquía, pero
especialmente ejercerá su máxima presión sobre la Raza Sagrada pues ella
representa directamente al Enemigo o sea al Demiurgo Cautivador. Sin
embargo, sólo en Epocas modernas, cuando la presencia universal de la
Sinarquía y el poder de la Raza Sagrada queden en evidencia, será posible que
algún Gran Jefe identifique correctamente al Enemigo y declare contra Ellos la
Guerra Total.
La enemistad irreconciliable entre el linaje sagrado hebreo y el linaje
herético hiperbóreo podría ser ejemplificada considerando las infinitas veces que
se han producido enfrentamientos y describiendo los distintos resultados. Se
puede asegurar que habría material para llenar varios tomos, razón por la cual
debo ser prudente y referirme a lo estrictamente necesario para la comprensión
de la Estrategia Odal de los Dioses Leales. Es con este criterio que voy a
considerar tan sólo un ejemplo, pero un ejemplo que será altamente clarificador.
Después del hundimiento de la Atlántida, y en virtud de las pautas del
Pacto Cultural, los linajes hiperbóreos han coincidido siempre en que la sociedad
humana debía organizarse en torno de tres funciones principales: Regia,
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