Page 126 - pasaporte a magonia jacques vallee
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      nuestro.  Sólo  se  hace  visible  y  tangible  a  las  personas  escogidas,  En  un  cuento  de  Pomerania,  la  comadrona  contesta  de  manera
      y  las  «puertas»  que  conducen  a  él  son  puntos  tangenciales,  cono-  parecida  a  la  misma  pregunta,  y  el  hombrecito  dice:  «¡Ea,  extien-
      cidos  únicamente  por  los  elfos.  Esto  es  en  cierto  modo  análogo  de  tu  falda!»,  y  se  la  llena  con  basura  amontonada  en  un  rincón
      a  la  teoría,  que  a  veces  se  encuentra  en  la  literatura  sobre  los  de  la  estancia.  Toma  entonces  su  linterna  y  la  acompaña  cortes-
      OVNIS,  concerniente  a  lo  que  algunos  autores  suelen  denominar     mente  a  su  casa.  Pero  cuando  ella  deja  caer  lo  que  contiene  su
      la  «cuarta  dimensión»...,  aunque  esta  expresión,  por  supuesto,  tie-  falda,  monedas  de  oro  puro  tintinean  por  el  suelo.
      ne  mucho  menos  sentido  físico  que  la  teoría  de  un  País  de  las    Los  dones  conferidos  por  los  elfos  tienen  un  carácter  mági-
      Hadas  paralelo.  (¡Pero  suena  mucho  más  científico!)                 co,  que  adquirirá  un  significado  muy  especial  en  el  capítulo  si-
         Algunos  cuentos  recogidos  por  Hartland  ilustran  la  teoría  de   guiente.  Esta  cualidad  mágica  se  encuentra  en  cuentos  proceden-
      los  «universos  tangenciales».  Por  ejemplo,  el  siguiente:            tes  de  todos  los  puntos  del  planeta.  El  folklore  chino,  en  parti-
                                                                                cular,  nos  ofrece  numerosos  ejemplos  de  ello.  En un  cuento  chino,
              En  Nithsdale,  un  hada  recompensa  la  bondad  de  una  joven  el  enano  llena  el  delantal  de  la  mujer  con  algo  que  ella  no  debe
           madre,  a  quien  entregó  su  hijo  para  que  lo  amamantase,  lle-  mirar  antes  de  llegar  a  su  casa.  Naturalmente,  ella  se  apresura  a
           vándosela  consigo  para  que  visitase  el  País  de  las  Hadas.  Se  mirarlo  en  cuanto  el  enano  ha  desaparecido,  y  ve  que  se  trata
           abrió  una  puerta  en  una  verde  ladera,  descubriendo  un  pórtico  de  pedazos  de  carbón.  Furiosa,  los  tira  lejos  de  sí,  quedándose
           bajo  el  que  pasaron  la  nodriza  y  su  guía.  Una  vez  dentro,  la  únicamente  dos  como  prueba  de  la  maldad  del  enano.  Pero  cuan-
           señora  echó  tres  gotas  de  un  precioso  rocío  en  el  párpado  iz-  do  llega  a  su  casa,  descubre  que  los  negros  carbones  se  han  con-
           quierdo  de  la  nodriza,  y  ambas  fueron  admitidas  a  un  hermoso  vertido  en  piedras  preciosas.  Cuando  regresa  en  busca  de  los
           país  por  el  que  discurrían  serpenteantes  riachuelos  entre  triga-  demás  trozos  de  carbón,  éstos  han  desaparecido.
           les  amarillentos  y  donde  los  árboles  estaban  cargados  de  frutos
           que  rezumaban  miel.  Ofrecieron  a  la  nodriza  varios  dones  má-   A  decir  verdad,  existen  en  el  folklore  mundial  numerosas  his-
           gicos,  y  cuando  hubieron  bautizado  con  un  rocío  verde  su  ojo  torias  de  seres  humanos  que  han  ido  al  país  de  las  hadas  por
           derecho,  pudo  contemplar  nuevas  maravillas.  A  su  regreso,  el  su  propia  voluntad,  para  llevar  un  mensaje,  para  traerlo  o  para
           hada  pasó  la  mano  sobre  los  ojos  de  la  mujer,  devolviéndole  prestar  algún  servicio  a  los  seres  sobrenaturales  que  lo  habitan.
           sus  facultades  naturales.                                          Pero  —y  éste  es  mi  tercer  punto—  tenemos  también  numerosos
                                                                                relatos  de  secuestros  realizados  por  las  hadas.  Éstas  se  llevan  a
         Este  cuento  nos  lleva  a  nuestro  segundo  punto,  que  es  el  de  hombres  y  mujeres,  especialmente  mlujeres  grávidas  o  madres
      la  gratitud  demostrada  por  los  elfos  hacia  los  seres  humanos  que  jóvenes,  y  se  muestran  también  muy  activas  en  el  robo  de  cria-
      les  han  rendido  ciertos  servicios,  y  la  forma  que  adopta  esta  gra-  turas  de  corta  edad.  A  veces  sustituyen  al  niño  real  por  un  niño
      titud. La misma  se pone de manifiesto en muchos  relatos  de  dones      falso,  dejando  en  lugar  de  la criatura  df carne  y hueso una  escoba
      conferidos  por  los  elfos,  que  se  encuentran  en  el  folklore  de  Es-  envuelta  en  trapos,  o  uno  de  sus  propios  hijos:
      candinavia  y  el  norte  de  Europa.  Valga  el  siguiente  ejemplo:
                                                                                       Por  la  creencia  en  hijos  de  las  hadas,  yo  entiendo  la  creen-
              Una  comadrona  alemana,  que  fue  llamada  por  un  hombre           cia  de  que  éstas  y  otros  seres  imaginarios  vigilan  a  los  niños
           acuático,  o  Nix,  para  que  asistiese  a  una  mujer  que  sufría  los  de corta  edad, o...  a  veces  incluso a  los  adultos, para apoderarse
           dolores  del  parto,  cuando  llegó  junto  a  ésta  le  oyó  decir:  «Soy  de  ellos y llevárselos cuando están  desprevenidos o sin vigilancia,
           una  mujer  cristiana  lo  mismo  que  tú,  pero  me  secuestró  un       dejando  en  su  lugar  a  uno  de  los  suyos.
           hombre  acuático,  que  me  hizo  cambiar.  Cuando  venga  mi  ma-
           rido  y  te  ofrezca  dinero,  no  aceptes  más  que  el  que  sueles  per-  Esta  creencia  no  está  limitada  a  Europa.  Se  encuentra  en  re-
           cibir  por  tus  servicios,  o  de  lo  contrario  él  te  retorcerá  el  pes-
           cuezo.  ¡Ten  mucho  cuidado!»                                       giones  tan  distantes  del  continente  europeo  como  China y  la  costa
                                                                                americana  del  Pacífico .  Pero  en  cualquier  caso,  ¿qué  tienen  que
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         En  otra  historia,  preguntan  a  la  comadrona  cuánto  quiere  co-
      brar.  Ella  contesta  que  no  aceptará  que  le  den  más  que  lo  que  hijo?  Hartland  dice  que  un
      suelen  pagarle  corrientemente,  a  lo  que  el  elfo  replica:  «Has  te-
      nido  mucha  suerte.  ¡Si  hubieses  pedido  más,  te  hubiera  ido  muy       método  en  boga  en  el  norte  de  Escocia  consiste  en  llevar  al  su-
                                                                 10
      mal!»  A  pesar  de  esta  respuesta,  le  llenaron  el  delantal  de oro .   puesto  elfo  a  un  lugar  frecuentado  por  los  de  su  raza,  general-
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