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172   JACQUES VALLEE    PASAPORTE  A  MAGONIA                173


 a  la  vista  de  un  aparato  que,  al  parecer,  había  aterrizado  en  la  Temple  (Oklahoma),  W.  E.  Laxson ,  de  cincuenta  y  siete  años  a
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 carretera.  Tenía  la  forma  de  dos  platos  pegados  por  sus  bordes,  la  sazón,  instructor  civil  de  la  Aviación  norteamericana,  iba  en  su
 un  metro  y  medio  de  diámetro  y  menos  de  uno  de  altura.  Ujvari  coche  hacia  el  Sur,  a  las  cinco  de  la  mañana,  en  dirección  a  la
 se  acercó  a  menos  de  diez  metros  de  él,  pero  el  desconocido  le  Base  Aérea  de  Sheppard,  cuando  encontró  la  carretera  bloqueada
 invitó  a  alejarse,  y  a  los  pocos  instantes  el  objeto  se  elevó  verti-  por  un  gran  objeto  de  las  dimensiones  de  un  «Douglas  C-124  Glo-
 calmente,  «con  el  ruido  de  una  máquina  de  coser».  bemaster»,  sin  alas  ni  motores,  descansando  sobre  patas  exten-
 El  12  de  octubre  del  mismo  año,  alrededor  de  las  diez  y  me-  sibles.  Un  hombre  vestido  con  un  mono  y  tocado  con una  especie
 dia  de  la  noche  y  en  Sainte-Marie  d'Herblay,  en  la  costa  atlántica  de  gorra  de  béisbol,  parecía  estar  examinando  algo  en  la  parte
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 de  Francia,  un  muchacho  de  trece  años,  Gilbert  Lelay ,  estaba  pa-  inferior  del  aparato.  Cuando  se  le  preguntó  qué  aspecto  tenía  ese
 seando  a  menos  de  un  kilómetro  de  la  casa  de  sus  padres  cuando  hombre,  Laxson  contestó:
 vio  en  un  pastizal  una  máquina  que  describió  como  «un  cigarro
 fosforescente».  Cerca  del  objeto  estaba  un  hombre  vestido  con  Era  un  vulgarísimo  mecánico  militar...,  o  un  jefe  de  tripu-
 un  traje  gris,  botas  y  un  sombrero  igualmente  gris.  Con  ademán  laciones,  o  un  miembro  de  esas  tripulaciones  de  tierra.  Sostenía
 familiar,  el  hombre  puso  su  mano  en  el  hombro  de  Gilbert  y  le  una  lámpara  en  su  mano  derecha  y  estaba  casi  arrodillado
 dijo  en  francés:  «Regarde  mais  ne  touche  pas»  (Mira,  pero  no  to-  sobre  la  rodilla  del  mismo  lado,  mientras  con  la  mano  izquierda
 ques).  En  la  otra  mano,  el  hombre  tenía  una  esfera  que  despedía  tocaba  la  parte  inferior  del  fuselaje,  que  se  encontraba  a  un  me-
 rayos  violeta.  Poco  después,  subió  a  bordo  del  aparato  y  cerró  la  tro  del  suelo.
 escotilla  con  un  portazo.  Gilbert  tuvo  tiempo  de  ver  algo  que  pa-
 recía  un  tablero  de  mandos  con  numerosas  lucecitas  de  colores.  Y agregó:
 El  aparato  se  elevó  verticalmente,  rizó  dos  veces  el  rizo  espar-
 ciendo  luz  en  todas  direcciones,  y  desapareció.  La  gente  me  pregunta  si  aquello  parecía  «del  espacio  exte-
         rior»...  A  eso  yo  contesto  que  no  sé  qué  aspecto  debe  de  tener
 Pasemos  ahora  a  la  Argentina.  Una  neblinosa  mañana  del  mes  algo  del  «espacio  exterior»,  pero  puedo  afirmar  que  lo  que  vi
 de  junio  de  1968,  un  artista  de  setenta  años,  Benjamín  Solari  Pa-  estaba  fabricado  en  América,  de  eso  estoy  seguro.  En  cuanto  al
 rravicini,  se  hallaba  paseando  al  aire  libre  cuando  le  cerró  el  hombre,  era  un  vulgarísimo  soldado,  eso  puedo  asegurarlo,  y
 paso  un  hombre  alto  y  rubio,  de  ojos  claros,  que  le  dirigió  la  pa-  lo  reconocería  inmediatamente  si  mañana  me  encontrase  con  él
 labra  en  un  idioma  desconocido.  Creyendo  que  se  trataba  de  un  en  Chicago.
 loco,  el  testigo trató  de  proseguir  su  camino, pero  inmediatamente
 perdió  el  conocimiento.  Cuando  despertó,  se  encontró  dentro  de  El  18  de octubre  de  1954, a las  10,45 horas  de la noche, y cerca
 una  extraña  nave,  donde  le  dijeron,  entre  otras  cosas,  que  los  tri-  del  lago  de  Saint-Point,  en  el  este  de  Francia,  una  tal  Mademoise-
 pulantes  de  los  platillos  vigilaban  la  Tierra  para  evitar  una  ca-  lle  Bourriot  vio  una  brillante  luz  en  la  carretera  y  detuvo  su  bici-
 tástrofe.   cleta.  Vio  a  un  hombre  de  estatura  normal  junto  a  la  luz.  A  su
    lado  estaban  dos  enanos.
 El  18  de  julio  de  1967,  en  Boardman  (Ohio),  el  reverendo  An-
 thony  de  Polo 1 0  fue  despertado  por  un  ruido  muy  fuerte  parecido
 al  de  la  música  de  fondo  de  una  película  de  ciencia  ficción  de  las
 que  da  la  televisión.  Le  pareció  que  alguien  le  ordenaba  que  des-  LA  MENTIRA  EN  ACCIÓN
 cendiese  a  la  planta  baja.  Así  lo  hizo  y  miró  al  exterior:  allí,
 entre  su  casa  y  la  de  al  lado,  vio  una  figura  vestida  con  un  traje  ¿Qué  significado  tiene  todo  esto?  ¿Es  razonable  establecer  un
 luminoso.  De  Polo  salió  de  su  casa.  El  estrépito  recomenzó  y  en-  paralelo  entre  apariciones  religiosas,  la  fe  en  las  hadas,  los  infor-
 tonces  recibió  este  mensaje:  «No  tienes  nada  que  temer.  Yo  no  mes  acerca  de  enanos  dotados  de  poderes  sobrenaturales,  las  ob-
 te  haré  daño,  y  sé  que  tú  no  me  lo  harás  a  mí.»  De  Polo  se  acer-  servaciones  de  la  nave  aérea  que  sobrevoló  los  Estados  Unidos  el
 có  al  desconocido.  Volvió  a  escucharse  la  música  estruendosa,  y  siglo  pasado,  y  los  actuales  casos  de  aterrizajes  de  OVNIS?
 entonces  captó  un  tercer  mensaje:  «Peligro.  Debo  irme.»  De  Polo  Yo  afirmaría  vivamente  que  lo  es...  por  una  sencilla  razón:
 vio  una  luz,  o  más  bien  un  resplandor,  en  el  cielo.  Cuando  bajó  los  mecanismos  que han  originado  estas  diversas creencias son
 la  vista,  el  extraño  personaje  se  había  desvanecido.  idénticos.  Su  contexto  humano  y  su  efecto  sobre  los  seres  huma-
 Continuemos  en  Estados  Unidos.  El  23  de  marzo  de  1966,  en  nos  son  constantes.  Y  de  ello  deduzco,  como  conclusión,  que  la
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