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observación de este profundísimo mecanismo tiene una impor- se propone la política de cualquier Gobierno es preparar al pú-
tancia capital. Apenas tiene nada que ver con el problema de saber blico con vistas a cambios inevitables o para estimular su acti-
si los OVNIS son o no son objetos físicos. Tratar de entender el vidad en la dirección más deseable.
significado, el propósito de los platillos volantes, como tantos in- Así, los soviéticos han empleado hábilmente los servicios de
tentan hoy, es algo tan fútil como lo fue en su tiempo la persecu- escritores de cienciaficción para crear entre los jóvenes el estado
ción de las hadas, si se comete el error de confundir apariencia de ánimo necesario para que éstos apoyen su aventura espacial.
y realidad. El fenómeno posee unas características estables e in- En el mundo occidental, el control que se ejerce sobre nuestra
variables, algunas de las cuales hemos tratado de identificar y imaginación es más difuso, y son varios quienes compiten por mo-
clasificar claramente. Pero también hemos tenido que observar cui- nopolizarlo. Pero resulta significativo que tanto los Servicios de
dadosamente el carácter camaleónico que revisten las caracterís- Información como las compañías publicitarias demuestren un in-
ticas secundarias de las observaciones: la forma de los objetos, el terés tan alto por el folklore. No hay que acudir únicamente a
aspecto de sus ocupantes, sus supuestas declaraciones, varían en Batman y a Jolly Green Giant para encontrar ejemplos de expe-
función del medio ambiente cultural sobre el que se proyectan. rimentos realizados en este sentido; la guerra de Vietnam ha per-
Bajo este aspecto, los relatos sobre la nave aérea tienen una mitido ver maneras parecidas de apelar a la imaginación de las
especial importancia. Como hemos visto, un buen número de per- gentes mediante el uso de supersticiones locales. Un caso extremo
sonajes barbudos aterrizaron, en 1897, en el Midwest y otros pun- está representado por las recientes discusiones sostenidas en el
tos de la Unión para pedir agua de un pozo, sulfuro de cobre u Congreso de los Estados Unidos acerca de la conveniencia de rea-
otras chucherías. Las historias que contaban eran dignas de cré- lizar experimentos militares con la brujería en el África negra. *
dito, aunque algo asombrosas, para los sencillos labriegos norte- Naturalmente, no pretendo decir con esto que el fenómeno
americanos de la época. En cuanto a la propia nave, correspondía OVNI sea el resultado de una argucia parecida. Pero sí afirmo
a la idea popular de un complicado artefacto volador: tenía rue- que además de la cuestión de la naturaleza física de estos objetos
das, turbinas, alas y potentes faros. Sólo hay un detalle del que deberíamos estudiar el problema, más profundo, de su impacto
no nos hemos ocupado: el hecho de que si bien la nave aérea en nuestra imaginación y nuestra cultura. Sean lo que sean, son
podía ser digna de crédito para los testigos de 1897, para nosotros ya muchos los libros que se han escrito, vendido y leído sobre
ya resulta increíble. Sabemos muy bien que el armatoste que ellos. Es imposible predecir cómo el fenómeno OVNI afectará a
aquéllos describen posiblemente no hubiera podido volar, a me- la larga nuestras ideas sobre ciencia, sobre religión y sobre la
nos que su apariencia exterior tuviese por fin engañar a los posi- exploración del espacio. Mas para quienes siguen atentamente
bles testigos. Pero, de ser así, ¿por qué lo hicieron? ¿Y qué era esta situación, el fenómeno OVNI parece tener, ciertamente, un
esta nave? ¿Cuál era su finalidad?
efecto real. Y un rasgo muy curioso de este mecanismo es que
Quizá la nave aérea, como las tretas de las hadas y los pla- afecta por un igual a los «creyentes» y a los que se oponen a la
tillos volantes, no fuese más que una mentira, tan bien urdida realidad del fenómeno en un sentido físico.
que la imagen que proyectaba en la consciencia humana pudiese Por el momento, la única afirmación positiva que podemos ha-
hundirse profundamente en ella para quedar después olvidada..., cer, sin temor a contradecirnos, es la siguiente: es posible hacer
como quedan olvidados los aterrizajes de OVNIS, o la aparición creer a grandes sectores de la población en la existencia de razas
de seres sobrenaturales en la Edad Media. Pero, ¿quedaron olvi- sobrenaturales, en la posibilidad de máquinas voladoras, en la plu-
dados en realidad? ralidad de los mundos habitados, exponiéndolos a unas cuantas
Las acciones humanas se basan en la imaginación, la creen- escenas cuidadosamente preparadas, cuyos detalles se adaptan a
cia y la fe, no en la observación objetiva..., como los expertos en la. cultura y a las supersticiones de una época y un lugar deter-
cuestiones militares y políticas saben muy bien. Incluso la cien- minados.
cia, que pretende que sus métodos y teorías se desarrollan de ¿Podrían ser creaciones artificiales como las aludidas los en-
una manera racional, está conformada en realidad por la emoción cuentros con ocupantes de los OVNIS? Consideremos su carácter
y la fantasía, o por el miedo. Y quien controla la imaginación cambiante. En los Estados Unidos, se presentan como monstruos
humana podrá conformar el destino colectivo de la Humanidad, a de cienciaficción. En Sudamérica, son sanguinarios y pendencie-
condición de que el origen de este control no pueda ser identifi-
cado por el público. Y la verdad es que uno de los objetivos que , * Hace un siglo, los franceses se valían de magos para impresionar a los Jefes
africanos. N. del A.