Page 37 - pasaporte a magonia jacques vallee
P. 37
36 JACQUES VALLEE
PASAPORTE A MAGONIA 37
El organismo oficial que colabora con la policía del Ministe- por los aires con un suave silbido. El protagonista de esta increí-
rio del Aire pertenece al Ministerio de Defensa Nacional. Este
mismo hecho ya excluye cualquier posibilidad de intercambio ble historia tenía entonces treinta y siete años y gozaba en el
de información. lugar de excelente reputación. Llegó a su casa tremendamente
impresionado y se acostó con fiebre altísima. Los detalles del
caso se obtuvieron a través de una investigación efectuada por
El 19 de noviembre de 1954 se hicieron públicos los hechos
italiana.
siguientes: la gendarmería confirmó que Dewilde había escrito un la Policía años después, los archivos de informes sobre aterrizajes
Once
segundo informe acerca de la observación de un objeto «en las
proximidades de su casa». (Más tarde supimos que este informe y seres extraños asociados con ellos eran ya muy volurninosos.
describía en realidad un aterrizaje). No obstante, la gendarmería Empezó entonces una nueva oleada de informes. El 1.° de julio
dijo: de 1965, Maurice Masse, un agricultor francés de la localidad de
Valensole, protagonizó el siguiente suceso. Cuando a las seis de
la mañana llegó a su campo y se disponía a poner en marcha el
Dewilde y su familia han decidido, por miedo a la publici- tractor, oyó un ruido insólito. Dirigiéndose hacia el punto de
dad adversa, no confiar a nadie este segundo incidente. Esto donde procedía, vio un aparato que había aterrizado en su campo
explica que no fuese mencionado en la Prensa local.
de espliego. Supuso que se trataba de un prototipo y se encaminó
hacia él, con intención de decir a los pilotos, en términos inequí-
Además, las autoridades dijeron a los investigadores privados vocos, que fuesen a buscar otro terreno de aterrizaje para su ar-
—cortésmente, pero sin lugar a dudas— que cualquier nueva in- matoste. Pero, cuando llegó a unos seis metros de la máquina,
formación sobre estos incidentes sería considerada confidencial pudo ver plenamente la escena y comprendió su error.
por la gendarmería, y, por lo tanto, no podría divulgarse. El objeto era de forma ovoide, tenía una cúpula redondeada,
Sin embargo, los informes continuaron produciéndose, y algu- se apoyaba en seis patas muy finas y un pivote central, y no era
nos de entre ellos hubieran deleitado a Paracelso. El 14 de octu- mayor que un automóvil. Frente a él, examinando al parecer una
bre de 1954, un minero llamado Starovski afirmó haber encontra- mata de espliego, se hallaban los dos pilotos. Vestían un traje de
do, en una carretera de segundo orden próxima a Erchin (también una sola pieza de color gris verdoso. En el lado izquierdo de sus
en el norte de Francia), a un ser extraño de pequeña estatura cinturones llevaban un pequeño recipiente y en el lado derecho
y figura rechoncha, con grandes ojos oblicuos y cuerpo velloso. otro mayor. Medían aproximadamente un metro de estatura y
El enano, que medía aproximadamente un metro, tenía una cabe- sus ojos eran humanos, pero sus orejas eran muy grandes: unas
za voluminosa y se tocaba con una gorra parda, que formaba una tres veces mayores que una oreja humana. Prácticamente no
tira a pocos centímetros sobre los ojos. Éstos eran saltones, con tenían boca, sólo una diminuta abertura, sin labios. No llevaban
un iris pequeñísimo; la nariz era aplastada, y los labios, gruesos aparatos respiratorios, casco ni guantes. Mostraban unas manos
y rojos. Un pequeño detalle: el testigo no afirmaba haber visto normales, pero pequeñas. Cuando Masse se acercó a ellos, pareció
salir a este ser de un platillo volante ni entrar en él. Se limitó a como si se diesen cuenta de pronto de su existencia, pero uno
encontrarse con la extraña criatura, desprovista, por otra parte, de los «pilotos», sin mostrar el menor temor o sorpresa, sacó
de cualquier tipo de aparato respiratorio. Antes de que pudiera entonces un tubito de su caja y lo apuntó a Masse... con el resul-
pensar en detenerla, el ser desapareció. tado de que el testigo se encontró súbitamente incapaz de reali-
Pasemos ahora a Italia. Seis días después del incidente ante- zar el más pequeño movimiento.
rior, el 20 de octubre de 1954, un habitante de Parradicino d'Erba, Durante cosa de un minuto, los dos seres miraron a Masse.
localidad próxima a Como, acababa de meter su automóvil en el Parecían cambiar vocalmente sus impresiones, en una especie de
garaje cuando vio a un ser extraño, enfundado en un traje lumino- jerigonza. El testigo insistió en que estos sonidos brotaban de
so de poco más de un metro de estatura, que estaba de pie junto sus gargantas, pero sin que ellos moviesen la boca. Entretanto, los
a un árbol. Cuando vio al automovilista, el ser le aplicó el rayo ojos mostraban expresiones humanas. Masse dijo a un investi-
de una especie de lámpara, paralizando al testigo hasta que un gador privado, en una conversación particular, que la actitud de
movimiento que hizo al cerrar el puño con que sujetaba las llaves aquellos seres no le asustó, pues mostraban mas curiosidad amis-
del garaje pareció devolverle el uso de sus miembros. Se abalan- tosa que hostilidad hacia él.
zó entonces sobre el extraño ser, que se alzó del suelo y se alejó
Al cabo de cierto tiempo —que Masse estima, como he dicho,