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52 JACQUES VALLEE
PASAPORTE A MAGONIA 53
prendía la esfera era tan intensa, que iluminó toda la campiña. El segundo y tercer nidos fueron encontrados por Tom Wa-
Dijo que la esfera se cernió inmóvil durante unos segundos, para rren, un cultivador de caña de azúcar de Euramo, y Mr. Penning,
maniobrar después y acercarse al suelo. El testigo estaba seguro un maestro de escuela de Tully, respectivamente. Se encontraban
de que se trataba de un aparato militar teledirigido, y se acercó a unos veinticinco metros del primero, pero ocultos por la tupida
a pie hasta una distancia de cuatrocientos metros del objeto, que maleza. En el tercer nido, que parecía muy reciente, las cañas
se alejó y se perdió de vista detrás de un bosque. La duración estaban aplastadas en sentido inverso a las agujas del reloj. Todas
total de la observación fue de cuatro minutos. las cañas estaban muertas, pero no habían sido chamuscadas ni
Medio año antes, una oleada de observaciones similares saltó quemadas. Una extensión herbosa, que formaba un cuadrado de
a las primeras páginas de los diarios australianos. ¡MÁS NIDOS DE poco más de un metro de lado y se encontraba a menos de un
PLATILLOS VOLANTES!, se leía en grandes titulares en la primera metro del primer disco, había sido recortada al nivel del agua,
plana del Sydney Sun Herald del 23 de enero de 1966. Habían lo cual añadía al asunto un nuevo toque de misterio. Los círculos
sido descubiertos tres nidos en Queensland; eran unos claros cir- variaban en diámetro de 2,50 metros a cerca de 10 metros. En
culares formados por cañas muertas, rodeadas de cañas verdes. todos ellos, salvo en los más pequeños, las cañas aparecían aplas-
Centenares de curiosos se dedicaban a buscar más nidos después tadas en el sentido de las agujas del reloj.
de que estas primeras noticias fueron publicadas. Ni que decir tiene que la Policía recogió muestras para ana-
Pocos días antes, el 19 de enero, a las nueve de la mañana, un lizar, acudieron científicos con contadores Geiger y las Reales
cultivador de plátanos de veintisiete años llamado George Pedley Fuerzas Aéreas australianas enviaron a oficiales de sus Servicios
conducía un tractor en las cercanías de un pantano llamado Hor- de Información. Algunos de los rumores que circularon echaban
seshoe Lagoon cuando de pronto oyó un fuerte silbido. «Parecía la culpa de lo sucedido a los soviéticos, diciendo que éstos se ser-
aire escapando de un neumático», dijo. Acto seguido, veinticinco vían de los grandes espacios abiertos de Australia para ensayar
metros más allá de donde estaba, vio elevarse una máquina del aparatos revolucionarios, que llevaban uno o dos siglos de ade-
pantano. Era gris azulada, de unos siete metros y medio de diá- lanto a los de los americanos. Nadie explicó, sin embargo, por qué
metro y cerca de tres metros de altura. Estaba animada de un los rusos no podían realizar sus pruebas secretas en las inmensi-
movimiento rotatorio y se elevó a una altitud de unos veinte me- dades de Siberia, prefiriendo efectuarlas ante los atónitos ojos de
tros antes de alejarse. «El incidente no duró más que unos se- los granjeros australianos. Ni tampoco fue revelado por qué los
gundos; el aparato se alejó a velocidad terrorífica», manifestó pilotos del arma supersecreta comunista no pudieron resistir a la
Pedley. Dirigiéndose al lugar de donde se había elevado el disco, tentación de efectuar una pasada sobre el tractor del joven cul-
descubrió el primero de los nidos, con las cañas aplastadas en tivador de plátanos.
dirección de las agujas del reloj. Afortunadamente, se disponía de varias explicaciones natura-
El Sydney Sun Herald envió a un reportero, Ben Davie, para les para la observación o los nidos, si bien únicamente una hipó-
que investigase la observación, y se descubrió que docenas de per- tesis era aplicable a ambos. Esta hipótesis fue formulada por un
sonas de aquel territorio habían visto extraños aparatos en forma lector del Sydney Sun Herald, el cual la publicó con fecha 30 de
de platillo parecidos al que observó Pedley, y la mayoría de ellos enero. En su carta al periódico, este lector afirmaba que el «páni-
antes del 19 de enero. Davie localizó un total de cinco nidos y co espacial» de Queensland había sido causado por «un ave asus-
publicó la siguiente descripción: tadiza de gran talla y de plumaje azul con marcas rojas en la
cabeza». Podía ser una variedad de grulla Brolga australiana o
Vi claros en los cañaverales, en los lugares donde «ellos» una garza azul, pero el lector en cuestión no conocía su nombre
habían despegado; eran como todo el mundo los ha descrito. científico. Dijo que muchas veces, mientras paseaba descalzo por
Dentro de un círculo de aproximadamente diez metros de diá- esta región pantanosa, había visto bailar a estas aves, pero se
metro, las cañas habían sido rotas y aplastadas formando un
remolino en el sentido de las agujas del reloj. Uno de estos nidos alejaron volando a gran velocidad al oír que él se aproximaba.
es una plataforma flotante compuesta por raíces con terrrones «Parecían una vaporosa nube azul y, desde luego, su vuelo produ-
de fango y hierbas, arrancadas, al parecer, por una fuerza tre- cía un agudo chirrido.» Desgraciadamente para esta bonita e ima-
menda, del fondo fangoso, cubierto por metro y medio de agua. ginativa teoría, no obtuvo el refrendo del Museo Australiano.
H. J. Disney, ornitólogo adscrito a este Museo, opinaba que las
Brolgas no podían hacer depresiones circulares de contornos si-