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56 JACQUES VALLEE PASAPORTE A MAGONIA 57
comunicó el suceso al Ejército. Casi todas las investigaciones en en el lugar existe vegetación, ésta muestra los efectos de una
el terreno estuvieron dirigidas por el capitán John Rodgers, jefe fuerza aplastante que produce una configuración estacionaria («ra-
de la unidad de artificieros del Ejército encargados de desarmar dios de una rueda»), o una configuración giratoria (en el sentido
bombas. En su informe preliminar indicaba que no se encon- de las agujas del reloj o en el sentido opuesto); (3) parte de la
traron huellas de quemadura o de colisión, ni señales de explo- vegetación suele haber sido eliminada, a veces con raíces, hojas,
sión. Y mientras el capitán Rodgers declaraba que tanto él como etcétera, inclusive; (4) a menudo se observan los efectos de una
sus superiores estaban desconcertados, Roy Blanchard hizo nue- fuerza poderosísima ejercida en sentido vertical, como demues-
vas revelaciones: tran la tierra y las plantas esparcidas por los alrededores del
lugar; (5) en un solo caso se comprobó la presencia de una fuerte
No ha quedado traza de las patatas y la cebada que crecían actividad magnética, pues en este caso un fragmento de pirita se
en el lugar donde ahora está el -cráter. No hay ni tallos, ni hallaba enterrado cerca del centro de la depresión; y (6) con fre-
raíces, ni hojas. ¿Tan enorme fue ese objeto, que pulverizó cuencia existe en el centro un profundo agujero, de algunos cen-
piedras y rocas? Sin embargo, hay que suponer que descendió tímetros de diámetro*.
con suavidad. No oímos ningún choque, y sea cual sea la ener-
gía que emplee, ésta no produce calor ni ruido. 9 ¿Es necesario que recuerde al lector aquella célebre costum-
bre de las hadas, consistente en dejar a su paso extraños anillos
Posteriormente, el 19 de julio, se comunicó a la Prensa que en campos y praderas?
el capitán Rodgers había obtenido permiso para hundir una pér- Un domingo del mes de agosto, mientras paseaba por las mon-
tiga en el hoyo. Los datos que así se obtuvieron eran de lo más tañas de Howth, Wentz encontró algunas personas de la localidad,
insólito. Indicaban la presencia a gran profundidad de un objeto con las que habló de estas antiguas leyendas. Después de tomar el
metálico bastante voluminoso. Y se declaró, además, que «los de- té con su interlocutor y la hija de éste, ambos le llevaron a un
tectores se volvían locos», sin duda porque el fragmento metálico campo contiguo para mostrarle un «anillo de las hadas», y, mien-
en cuestión era altamente magnético. tras él permanecía de pie dentro del círculo, ellos le dijeron:
Así las cosas, vale la pena señalar que la investigación con-
tinuaba efectuándose abiertamente, y esto principalmente sin Sí, las hadas existen, y aquí se las ha visto bailar con fre-
La
altura
bordes
gran
crece
a
duda porque era el Ejército y no el Ministerio del Aire quien se cuencia. pues hierba la nunca fina y corta crece en en los lugar. En del
el
anillo,
este
más
sólo
ocupaba de ello. Y el oficial encargado de relaciones públicas del centro, hay un círculo de setas de las hadas, en las que éstas
Mando Sur del Ejército dijo a Girvan, en Salisbury, que el ob- toman asiento (¡). Son muy menuditas, y les deleita bailar y
jeto en cuestión fue extraído del orificio. Remitido a un experto cantar. Llevan librea verde, y a veces chaquetas y gorros rojos.
del Museo Británico, éste inmediatamente lo identificó como un
trozo de pirita común, «que hubiera podido encontrarse enterrado El 12 de noviembre de 1968, la Prensa argentina informó que
en todo el sur de Inglaterra». El experto en cuestión agregó que cerca de Necochea, 500 kilómetros al sur de Buenos Aires, un
llevaba ya bastante tiempo enterrado en el suelo, lo que eliminaba aviador civil había observado un extraño dibujo en el suelo, y él
la idea de una broma. Y el doctor F. Claringbull, Conservador de y varios militares lo investigaron. Se dirigieron a pie al lugar en
la Sección de Mineralogía del mismo Museo, destruyó la explica- cuestión, donde los moradores de la región afirmaban que había
ción meteorítica y, según el Yorkshire Post del 27 de julio, de- aterrizado un platillo volante, y descubrieron un círculo de seis
claró: «Hay más en este caso de lo que parece a primera vista.» metros de diámetro, con la tierra calcinada en su interior. Dentro
No obstante, quien tenía la última palabra era el Mando del Sur, de este círculo crecían ocho gigantescas setas blancas, una de las
pero se limitó a hacer este prudente comentario: «La causa del cuales casi medía un metro de diámetro. En la provincia de Santa
fenómeno es aún inexplicable, pero no es tarea del Ejército de- Fe se descubrieron otras setas extraordinarias en circunstancias
sentrañar tales misterios.», similares.
Si intentamos resumir lo que hemos podido averiguar gracias Otro folklorista, recolector de leyendas escandinavas, observa
a estos incidentes —los nidos de Tully, el círculo de Ohio y el
cráter de Charlton—, podemos afirmar lo siguiente: (1) el rumor más * de Estas características son casi constantes Valensole, id.; Morón de mundiales, ade- y
en
numerosos
casos
la
los
Marliens,
descritos:
Frontera
Francia;
en
público relaciona las observaciones de platillos volantes con el Matadepera, en España (casos núms. 93-98 y 82 del Catálogo de Ballester-Vallee,
descubrimiento de depresiones circulares en el suelo; (2) cuando publicado en apéndice al final). N. del T.