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de efectuar un amplio estudio de las diversas razas de enanos, Si volvemos ahora a la cita que hace David MacRitchie, extraí-
cita al historiador griego Ctesias: da de la publicación folklorista flamenca Ons Volksleven, pode-
mos enterarnos de más cosas:
En el centro de la India viven unos hombres negros llamados
pigmeos, que emplean el mismo idioma que los demás indios... Los fenlanders (una raza que habitaba en nuestro país antes
El rey de los indios tiene a tres mil de estos pigmeos en su sé- de los celtas), eran pequeños pero fuertes, diestros y buenos
quito, pues son muy hábiles arqueros. nadadores; vivían de la caza y la pesca. En el siglo xI, Adán de
Bremen pinta así a sus descendientes o estirpe: «Tenían la ca-
Y agrega: beza grande, la cara y la nariz aplastadas, y una boca enorme.
Vivían en cuevas practicadas en las rocas, que abandonaban de
Parecen haber existido cerca del lago Zerra, en Persia, unas noche para cometer sanguinarios desmanes.» Los pueblos cel-
tribus de negritos (pigmeos negros) que eran probablemente tas, y más tarde los de raza germánica, altos y fuertes, apenas
aborígenes, y que quizá constituyeron la histórica guardia negra consideraban seres humanos a esta gentecilla. Sin duda eran
de los antiguos reyes de Susania. para ellos unas criaturas extrañas y misteriosas. Y después que
estos negros o fenlanders llevaban mucho tiempo de vida oculta
La obra de Tyson, a la que Windle puso un prefacio, fue es- en sus grutas, por temor a los nuevos habitantes del país, y
crita en el siglo xvII. Después de llamar la atención hacia lo que especialmente cuando por último degeneraron a causa de la
observa Ctesias, el autor prosigue: pobreza, se extinguieron, convirtiéndose en la imaginación de
los soñadores germanos en seres misteriosos, una suerte de fan-
tasmas o dioses. 23
Telentonio y Bartholine opinan que lo que Ctesias refiere de
los pigmeos, es decir, que eran excelentes arqueros, ilustra per-
fectamente el siguiente texto de Ezequiel. En una nota, MacRitchie dice que «no sabe qué fundamento
tiene este autor para calificarlos de negros», pero admite que
El texto de Ezequiel en cuestión aparece así transcrito en la estos fenlanders liliputienses podrían considerarse como los crea-
Biblia inglesa del rey Jacobo: dores de la leyenda gaélica de los amhuisg.
Parece que por fin vamos a llegar a alguna parte. En las islas
The men of Arvad with thine army were upon thy watts Orcadas existe una tradición que presenta un paralelo con la
round about, and the Gammadims were in thy towers. 22 historia anterior. En fecha incierta de la primera mitad del si-
glo xv, el obispo de las Orcadas, Thomas Tulloch, da detalles, en
La traducción ginebrina impresa en Edimburgo en 1579 tam- De Orcadibus Insulis, de la tradición según la cual el archipiélago
bién explica, en una nota, «Gammadims» como «hombres vale- estuvo habitado seis siglos antes por los Papae y una raza de ena-
rosos». Este mismo texto, sin embargo, aparece así en la Vulgata: nos. Los Papae, según numerosos especialistas, eran los sacerdotes
irlandeses. Y los enanos eran los pictos. En esto, MacRitchie sigue
Filii Arvad um Exercitu tuo supra Muros tuos per circuitum, la obra de Barry sobre las Oreadas, donde leemos que
et Pygmaei in Turribus tis fuerunt.
evidentemente, no son otros sino los peits, picts o piks... Los
Que la Sagrada Biblia de Nácar-Colunga, traducida directamen- autores escandinavos suelen llamar a los piks, peti o pets: uno
te del hebreo, vierte al castellano de la manera siguiente:
de ellos utiliza el término petia en vez de pictland (Gramática
sajona); y, además, el brazo de mar que separa a las Oreadas de
Hijos de Arvad y de Helec guarnecían tus murallas, y los Caithness suele recibir, en las sagas o historias irlandesas, el
Gammadim tus torres. nombre de Petland Fiord.
Y, en efecto, en la Biblia de los obispos ingleses publicada La coherencia que presentan todos estos antiguos relatos es
en 1572 y 1575 no aparece «Gammadims», sino «Pygmenians». Sin notable, observa McRitchie.
necesidad de entrar en mayores detalles, es evidente que la his- Los sacerdotes irlandeses fueron allí en seguimiento de san
toria gaélica acerca de una guardia compuesta de guerreros ena- Columba, biznieto de Conall Gulban, que, según afirma la tradi-
nos no constituye un caso aislado.
ción, libró terribles combates con una raza de enanos. A decir