Page 247 - Egipto TOMO 2
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océano han modelado las extensas depresiones, existentes en forma de vasija llana,
y los
lechos de los rios desecados (uadis) sobre los ribazos de suave pendiente que se distinguen
por todos lados ; bañado las masas de arena y morrillos que salpican el terreno y arrastrado
el fondo de su lecho, á excepción de los «testigos» que subsisten como otras tantas islas.
Tales testigos comunican un carácter particularísimo á la parte del Sahara que rodea los
oasis. El camino de Siut á Farafva condujo á Rohlfs á una gruta llena de soberbias
estalactitas: en ella tuvieron los viajeros ocasión de contemplar una inmensa ciudad, cuyo
aspecto era verdaderamente maravilloso, puesto que en su vasto recinto no se veian más
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que elegantes columnatas, soberbias torres, esbeltos obeliscos, casas grandísimas y pirámides
tan blancas como la misma nieve, en suma, — y para servirnos de las palabras empleadas
por el jefe de la expedición, — todas las formas más caprichosas y fantásticas que la imagi-
nación pueda concebir. No era posible poner término á la contemplación de tan mágico
espectáculo, y no podía comprenderse si era todo aquello resultado de un juego de la
naturaleza ó producto debido á la mano del hombre. Líneas de alturas extendiéndose de
Norte á Sur; pintorescas gargantas; rocas aisladas; dunas en forma de colinas; vertientes
sobre cuyos flancos se distinguen cristales de espato calcáreo, que brillan á los rayos del sol
como otros tantos fragmentos de espejo ó de diamantinas preseas, comunican variedad á la