Page 243 - Egipto TOMO 2
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             Antepasados de su castillo, á la cabeza de sus predecesores, Seti se halla representado de pié
             ofreciendo el humo del incienso, delante de esa larga série de nombres, en tanto que su hijo
             v sucesor se acerca á los mismos haciendo su panegírico.  Conocíase  a a ántes del descu-
             brimiento de la que nos ocupa, una lista compuesta de diez y seis cartones  1 completos \  ti es
             mutilados, que fue encontrada en las ruinas del cenotafio que Ramsés II se mandó erigir al
             Norte del monumento de su padre, con materiales por demás preciosos, tales como granito,
             alabastro, calcárea de Mokattam; y otra mucho más extensa, puesto que consta de treinta y
             nueve cartones completos y tres bastante deteriorados, encontrada en Sahara. La segunda
             lista de Abydos, que es la que anteriormente hemos mencionado, es más importante todavía,
             va que se halla formada por setenta y seis cartones, que empiezan en Mena el Thinita,
             primer rey de Egipto, y concluyen en Seti I; por consiguiente salta desde luego á la vista la
             importancia que tiene dicho monumento para reconstituir la dilatada línea de soberanos que
             reinaron en  el valle del Nilo.  Sin embargo, justo es consignar, que  si hemos  logiado
             aprovecharnos de las noticias que contiene, se debe principalmente á las listas de los faraones
             que  el sacerdote Manethon de Sebennytos (hoy Semmenud), no ménos conocedor de la
             lengua griega que de la egipcia, redactó para Tolomeo II, Filadelfo, deseoso de conocer la
             historia del país que dominaba, no obstante ser hijo de un padre macedonio. La  i elación
             circunstanciada de los hechos se ha perdido,  excepción hecha de contados y  reducidos
                    ; pero en cambio las listas reales nos han sido conservadas por compiladores
              fragmentos
              cristianos. Al presente, gracias á la tabla de Abydos, pueden ser restablecidas y  completada»
              con exactitud.
                Al volver á nuestra dahabijeh, nos encontramos con una caravana que regresaba de lo»
                             traia á Egipto dátiles frescos— sólo en el gran oasis de el-Charge
              oasis del desierto líbico y
                            cinco mil palmeras que dan fruto— natrón, y grandes platos labrados
              se encuentran sesenta y
              de una sola pieza, fabricados en Darfur, y muy apreciados por los felahes y los marineros.
              En el dia el paso de una caravana por estos sitios constituye un hecho excepcional, puesto
              que con posterioridad á la época en que  el mudir trasladó su residencia desde Girgeh
              á Sohag, donde se celebraba ya una feria ó mercado de camellos,  la mayor parte, por no
              decir todas las que se dirigen hácia el-Charge, toman á Sohag por punto de paitida.
                Hasta hace poco tiempo sólo se tenían noticias escasas é incompletas respecto de los oasis
              que de Norte á Sur se extienden paralelamente  al Nilo, y que separados como están del
              mismo por una distancia que no puede recorrerse en ménos de cinco jornadas, que es preciso
              realizar á través de las soledades del desierto, ofrecen no pocos inconvenientes para ser
              visitados, no obstante ofrecerse en ellos un verdadero reflejo de la fertilidad del Egipto. Pue»
              bien, merced á las expediciones practicadas en estos últimos años por G. Rohlfs y sus
              compañeros, hemos podido tener exacto conocimiento de los mismos, así como de los mares
              de arena que por todas partes los rodean; de los animales y las plantas que en ellos se

               1  Cartón es un adorno que se emplea en las obras de escultura y de pintura.
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