Page 239 - Egipto TOMO 2
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perversos y turbulentos instintos que germinan en el corazón humano, personificado en
nuestro mito por Typhon. Mas en cuanto crecen las aguas del Nilo, después de un período
durante el cual han sido relativamente escasas, v con ello comienzan á verdear los campos
en que fué depositada la simiente, y un nuevo sol ilumina el mundo y disipa las nieblas; y
el alma humana, terminada su breve peregrinación sobre la tierra, alcanza la vida eterna; y
la verdad y el bien triunfan del mal y de la mentira, puede decirse que Horo ha vencido á
Typhon y restituido además en el trono á su padre, después de haberlo vengado. Isis, la
madre, desempeña en el mito la parte femenina de la naturaleza, que recibe los gérmenes de
cuanto existe, — el recipiente universal del Platón, — que no sólo se halla completamente
poseida de amor por el primero y más elevado de los séres, aquel que con el bien es una sola
cosa, sino que además está destinada á recibir el mal y
servirle de vehículo, siquier lo evite y hasta lo desprecie.
La historia mítica de esta familia divina nos ha sido ::
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confirmada por el testimonio de los monumentos : no había
egipcio para el cual no constituyera el tipo de los destinos que esperaban
á su alma, y cada moribundo estaba seguro de resucitar de la misma
manera que resucita el dios. ¡Qué mucho, pues, que la tumba de Osíris
atrajera las gentes piadosas del país, y que los príncipes, lo mismo que
los simples particulares, dispusieran que sus cadáveres fueran condu-
cidos á Abydos si estaban persuadidos de que se santificaban, con ser
,
enterrados cerca del sitio en que vacia la divinidad! Los grandes cemen-
terios explorados por Mariette, en los cuales ha abierto tumbas de todas
las épocas, desde los tiempos más remotos hasta aquellos en que vivie-
ron los constructores de pirámides, son las posadas en que esperaban
PLANO DEL TEMPLO
encontrar eterno descanso los muertos que emprendían el viaje del Nilo. DE OSÍRIS
El célebre templo de Abydos, consagrado á semejante uso, fué construido por Seti L
Levantábase cerca de la aldea de Arabat el-Madfuneh, y Mariette emprendió en 1859 la vasta
tarea de limpiar de escombros toda la parte occidental, que vacia sepultada bajo las arenas
de una colina de la cadena líbica. El Madfuneh significa en árabe el Enterrado, sin que
podamos resolver si se dio este nombre á la aldea, á consecuencia del hundimiento del
edificio, ó en memoria del sepulcro de Osíris.
La construcción de la mayor parte de los templos egipcios obedece á un mismo plan,,
plan que expondremos á la consideración del lector cuando se ofrezca ocasión oportuna;
mas el de Abvdos se separa completamente. Los patios exteriores y los píleos (I) que
conducen á la puerta principal ó lugar de ingreso, están completamente destruidos: en
cambio las cámaras interiores se hallan en perfecto estado de conservación , hasta el punto
de producir un efecto sorprendente y por demás poderoso en el ánimo del espectador.
Forman el centro, y al propio tiempo la parte más importante del edificio, siete capillas
situadas una al lado de otra, cada una de las cuales viene á ser un verdadero sancta sane-