Page 362 - Egipto TOMO 2
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TEBAS                      277
             título nos pertenece, se agrega un considerable número de voluntarios, compuesto de jóvenes
             felahes que sostienen las antorchas, en tanto trabajamos en el interior de los sepulcros, y
              saben seguir con singular destreza la dirección de la mirada que copia y de los dedos que
              escriben: muchachas que por algunos céntimos nos traen agua fresca enjarras de elegantes
              formas: el cazador Abd el-Rasul, que sabe seguir la pista de los chacales, y  curiosos, proce-
              dentes de Abd el-Kurna, aldea en cuya demarcación se halla establecida nuestra caverna.
              Esa abigarrada muchedumbre se reúne diariamente, durante la velada, delante de la puerta
              de nuestra habitación, y agrupada en derredor de la lumbre, charla ó se refiere mutuamente
              maravillosas historias. Siempre se ha mostrado atenta y  respetuosa respecto de nosotros; ha
                                                         enfermedades físicas,
              dejado guiarse por nuestros consejos, en lo concerniente á dolencias y




















                                     PERROS DE LOS FELAHES
              aceptando los recursos de nuestra farmacia de viaje ó botiquín de explorador: mostrándose
              reconocida á nuestros obsequios en cuanto para  ello se ha ofrecido coyuntura fa\orable.
              Apénas se conocen otras casas que las constituidas por antiguas tumbas, las cuales se cienan
              por medio de una frágil puerta de madera, delante de la cual existe un espacio aplanado, que
                                              confundidos chiquillos desnudos, asnos,
              cierra una débil empalizada, donde viven revueltos y
                          aves de corral. Cada uno de los habitantes posee en arriendo un pedazo
              cabras, corderos y
              de tierra, cuyos productos, consistentes en cereales, guisantes y  lentejas, conserva en grandes
              vasos cilindricos elaborados con barro del Nilo, no siendo cosa rara el encontrar gian número
              de éstos colocados en sentido vertical, delante de los patios, de suerte que el viajero que con
              ligereza procediera, podría tomarlos por todo cuanto se le antojase, menos por lo que son
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