Page 367 - Egipto TOMO 2

TEBAS 283
después de un sitio prolongado, por mar y por tierra, logró apoderarse de Aoaris, que era
la fortaleza establecida por los Hvksos en el brazo pelusíaco; persiguió á los invasores hasta
el interior de la Siria meridional; sometió á su dominación los régulos, que dominaban el
redujo á la obediencia á los pueblos situados al otro lado de la primera
Bajo Egipto, y
catarata, que, aprovechando la situación del imperio, habían tratado de emanciparse. El
capitán del buque Aahmes tomó parte activa en muchas de estas campañas, pudiendo
asegurar que ofrece un interés vivísimo la relación de estos sucesos hecha por Paher, nieto
del anciano campeón de la independencia, el cual en la inscripción que de su mano se
conserva , da cuenta detallada de la corta edad de su abuelo al entrar en la armada; de que
llegado á capitán fundó una familia, y de que condujo repetidas veces la escuadra real con
pericia y valor contra las fuerzas enemigas, mereciendo como recompensa, de manos del
Faraón, la orden del collar de oro, brazaletes y esclavos, cada vez que llevaba á cabo una de
sus grandes hazañas en tierra ó en el Nilo.

Puede formarse idea de la riqueza del botín conquistado por Aahmes, que partió genero
sámente con sus bravos compañeros, por los paramentos de su madre Aah-hotep, que hemos
podido admirar en el museo de Boulak. El primero de sus deberes debió ser necesariamente
mostrarse agradecido para con el dios cuya visible protección tan completos triunfos le propor-
cionara: para ello dió el nombre de Amen-hotep (Amenofis), paz de Amon , al hijo que debía
sucederle, y según nos revelan las inscripciones halladas en aquel sitio, hizo extraer de las
canteras de Turra, en la cadena del Mokattam, al Sur del Cairo, los inmensos bloques destina-
dos al templo de Tébas que, sin embargo, según parece, sólo pudieron utilizar sus sucesores.
El procedimiento empleado en el país para el transporte de esos inmensos pedruscos uno
á uno hasta el Nilo, por medio de carretas arrastradas por bueyes, es á primera vista por
demás sencillo; con todo, según parece, en los tiempos antiguos sólo se echó mano para ello
de los trineos.