Page 371 - Egipto TOMO 2
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barbas; y es sabido que los cortesanos debían hablar de ella cual si se tratara de un hombre.
Y la verdad es que cual si realmente lo hubiese sido, no sólo supo concebir grandes empre-
sas. sino abordarlas v conducirlas á buen término. Los triunfos alcanzados en el campo de
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batalla no llegaron á seducirla; prefiriendo á la gloria que los mismos podian proporcionarle,
la que había de resultar de cosas ménos perecederas: por esto consagróse con pasión á las
construcciones, esforzándose en imaginar nuevas obras y en hacer las cosas con mayor
ostentación de la que en tiempo alguno se había empleado, y como para ello tenia necesidad
de recursos inmensos, casi ilimitados, buscó
y, lo que es más, encontró nuevos caminos
para conseguirlos. En la parte central del
templo de Karnak, que es la que mandó
construir su padre, y la que se halla hoy en
peor estado, hizo levantar dos grandes obe-
liscos (7), uno de los cuales es actualmente
la más elevada de las agujas que se mantie-
nen en pié. Nada puede citarse superior al
arte con que están grabados los jeroglíficos
en el granito liso y pulimentado de este
monumento, de suerte que no miente la
inscripción que en él se lee y consigna que
fueron menester siete meses para arrancar
el monolito de la Montaña Roja de Asuan,
y darlo por completamente terminado. Vi-
viendo aún su hermano Thutmosis II em-
,
prendió otra obra en la ribera izquierda del
rio: tal fue la necrópolis que terminó con
verdadero entusiasmo, en el tiempo en que
empuñaba el cetro como reina absoluta.
Era el edificio que nos ocupa un monumento
• destinado á recibir sus restos mortales y los
! de su familia, el que debía servir también
TOBRE DE CONSTRUCCION CRISTIANA EN DER EL-BABCRI
¡Como templo en el cual se conmemoraran
altos hechos, se tributaran ofrendas á sus manes y se prestara culto á los
sus hazañas y
dioses v en especial á Hathor, su diosa favorita, cuya presencia, según en otro lugar
hemos consignado, era indispensable donde quiera que se pidiera el renacimiento después
de la muerte.
El mausoleo de Hatasu llámase en el dia Der el-Bachri, es decir, claustro del Norte, cuyo
nombre proviene de un antiguo convento copto, del cual se conserva únicamente una torre
hecha de ladrillo: en tiempo de los griegos se contaba entre las memnonia levantadas sobre