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partes del edificio: mucho más tarde construyóse hácia el Oeste otro nuevo santuario
compuesto de una doble cámara abierta en el granito (I), que aún en el dia puede ser consi-
derada como el núcleo de un conjunto de construcciones terminadas en épocas muy distintas.
Amenofis I, hijo del primer Amasis (Aahmes) y de Nefer-ari, no emprendió guerra
alguna de conquista: fortificó
las fronteras meridionales y
occidentales del reino, y co-
menzó el engrandecimiento del
templo. Su hijo Thutmosis I
continuó la obra y la adornó
con pequeñas salas con co-
lumnas, pileos y obeliscos
(III), en cuanto Amon le hubo
asegurado la victoria, no sólo
sobre las naciones del Sudan,
sino también sobre los semi-
tas enlazados con los Hvksos
que habitaban el Asia occi-
CARRO DE GUERRA
dental y en los cuales deseaba
¡atar su corazón, que es lo mismo que si dijéramos en castellano, que en ellos queria apagar
su ardiente sed de venganza. Condujo su ejército hasta la Mesopotamia, debiendo advertir que
éste no era ya, como en los antiguos tiempos del imperio, un hacinamiento de peones, sino
que formaban parte del mismo numerosos soldados que marchaban al combate en carros
arrastrados por dos caballos. El caballo fué importado al Egipto por los Hvksos, con su

nombre semítico sus: en el país prosperó perfectamente, y los sacerdotes artistas no tardaron
en saber modelar sus formas con toda perfección, no sólo en estado de reposo, sino con todo
el fuego y expresión que tenia cuando se daba una carga ó ataque en el campo de batalla.
La construcción de carros es, como el caballo, de origen asiático; mas los carreteros y
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