Page 374 - Egipto TOMO 2
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dispuestas de muy distinta~manera que
las de sus súbditos. Antes de la inva-
sión de los Hyksos habíanse levantado
en Tébas, como en otras partes, pirá-
mides de medianas dimensiones, de
las cuales nada queda en pié, pues el
tiempo nada ha respetado: más tarde
practicáronse en la montaña profundos
pozos, con el propósito de asegurar á
la momia real un lugar de reposo al
abrigo de toda injuria. Más adelante
visitaremos esos mausoleos en forma de
cavernas, y veremos que así los jero-
glíficos como las representaciones que
encierran, salvo excepciones contadísi-
mas, que no merecen ser mencionadas,
se refieren á la vida de ultratumba.
Estas eran para los reyes, lo que las
cámaras funerarias son para los parti-
culares. La capilla del Faraón, que era
el lugar en que los súbditos iban á
honrar su memoria, no podía en ma-
nera alguna formar parte integrante de
los aposentos consagrados á la muerte,
por lo mismo que era todo un pueblo
el que por él vestía luto. Los príncipes
elevaron también entre el Nilo y el
Monte Ataúd, espléndidos edificios
consagrados especialmente al culto de
sus manes, á los cuales daban los
egipcios en su lengua el nombre de
memnon, que tanto vale como monu-
mento levantado para conservar eter-
los griegos el
namente un recuerdo, y
de memnonia, por presumir que en
memnon se encerraba el nombre del
héroe homérico Memnon, al que atri-
BAILARINA EGIPCIA
buyen también la estatua vocal en la
cual luego tendremos que ocuparnos. En esas memnonia se perpetuó el recuerdo de la vida