Page 365 - Egipto TOMO 2
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TEBAS                     281
             tapón de corcho, á un pedazo de piedra pómez, á una esponja, á un panal de miel, y á todo
             esto hasta cierto punto se parece, pues lo mismo en su vertiente occidental que en las
             paredes peñascosas de los valles transversales, que la surcan de parte á parte, vense innume-
             rables aberturas ó agujeros abiertos á muy corta distancia el uno del otro. Cada uno de ellos
             sirve de ingreso á una siringe, existiendo además de éstas, millares de tumbas situadas al
              pié de la montaña, y que ocultan á la mirada la arena y los escombros que las cubren. Los
             grupos más importantes de ese inmenso cementerio se distinguen actualmente con el nombre
             de las aldeas que sobre los mismos se han formado, y que de Sur á Norte son Kurnet
              Murrai, Abd el-Kurna, el-Assasif. El célebre torrente que circuye las tumbas reales se
              halla situado detrás de el-Assasif, en un repliegue de la cadena. Si desde este punto dirigimos
              nuestras miradas hácia la llanura, podemos distinguir también sobre la orilla del Nilo, en la
              cual nos encontramos situados, los restos de grandiosos edificios cuya construcción remonta
              á los tiempos más antiguos. Al Sur y junto al horizonte, el templo admirable de Medinet—
              Habu, los colosos de Memnon, el bellísimo Ramesseum y el templo de Seti, que lleva en el
              dia el nombre de Kurna. Al Oeste de la aldea así llamada, pueden contemplarse las vastas
              azoteas del edificio de Hatasu, que se despliegan en forma de anfiteatro, apoyadas en la
              pedregosa pendiente de la montaña líbica. Todas estas espléndidas construcciones, situadas
              sobre la márgen derecha del Nilo, estaban consagradas al culto de los muertos: á ellas iban
              unidas las escuelas y las bibliotecas, que probablemente fueron establecidas en dicho lugar,
              teniendo en cuenta la calma que reinaba en la mansión de los sepulcros  ; las caballerizas y
              los graneros de los templos ; los laboratorios para el embalsamamiento de los cadá'seres, las
              habitaciones de los colquidas que trabajaban en dichos laboratorios; las tiendas en que se
              vendian manjares, dulces, licores, perfumes, flores y amuletos á aquellos que iban á hacei
                                    utensilios sagrados y las hosterías en que se hospedaban
              ofrendas  ; las fábricas de ataúdes y
              los que acudían á visitar la ciudad de los muertos, en la cual, como se ve, her\ian la vida
              v el movimiento. Cada uno de los templos de la orilla occidental de Tébas servia de centro á
              pequeñas construcciones del propio género, todas las cuales ofrecian cieita  i elación con el
              culto de los muertos: semejante disposición influyó en el ánimo de muchos viajeros griegos
              para que imaginaran que la ciudad se componía de numerosas aldeas aisladas.
                Los restos más antiguos de la ciudad se encuentran sobre la orilla líbica, y si bien es
              cierto que existe una leyenda en  la cual se da  el nombre de Tébas al lugar donde nació
                  , dichos restos apénas si son más antiguos que los sepulcros de Beni-Hassan  . tanto es
              Osiris
              así, que en este sitio fueron enterrados algunos reyes de la undécima dinastía. En Karnak,
              situado en  el lado opuesto del Nilo, hánse encontrado, cerca del santuario , diferentes frag-
              mentos que demuestran que anteriormente, en tiempo de la invasión de los Hyksos, ya se
              hallaba comenzada la construcción del gran templo nacional. Y éste, sean cuales fueren las
              injurias causadas por el tiempo y por los hombres, es de imprescindible necesidad estudiarlo,
                                                                 voluntad
             y leer en él cómo en un gigantesco manuscrito de piedra, si es que existe fuerza y
              para estudiar en los monumentos la historia de la grandeza que ofrece la antigüedad egipcia.
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