Page 431 - Egipto TOMO 2

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para trasladarse desde el píleo occidental (VII) á la gran sala hipóstila, la mayor parte de las
cuales están actualmente caidas, llevan el nombre de Taharka, último de los reyes etíopes de
la dinastía vigésimaquinta, áun cuando probablemente fueron erigidas anteriormente. El
poder cada dia creciente de los asirios, fué muy pronto una amenaza para los pequeños
Estados dependientes de la Etiopía: al cabo sometiólos y mantúvolos sujetos á su depen-
dencia, hasta tanto que Psammético I, aliado á otros once príncipes de los nomos, y sostenido
por tropas mercenarias procedentes de la Grecia y de la Caria, rechazó el yugo de los
asiáticos, se hizo Faraón, y elevó á su patria, Sais, á la dignidad de capital del Egipto
libertado. Hemos tenido ocasión de manifestar al lector el renacimiento artístico que se
realizó durante su reinado y el de sus sucesores. Muestra del mismo son ciertos fragmentos
que se encuentran en un pequeño templo situado al Norte de Karnak. Bajo Psammético III,
hijo del prudente Amasis, el Egipto cayó en manos de los persas y de su rey Cambises, del
cual se ha dicho, sin razón alguna que lo abone, que fué el destructor del santuario tebano.
Las injurias mayores que ha experimentado el templo de Karnak, después de las producidas
por los terremotos, por las grandes inundaciones del Nilo y por el odio que profesaban los
cristianos á cnanto era de origen pagano, son debidas indudablemente á los macedonios.
Éstos no dejaron, sin embargo, de construir varios edificios en Tébas, tales como la porción
Nordeste de Medinet Habu (VII), el pequeño templo de Der el-Medinet, y en Karnak el
templo consagrado á Osíris, que lleva no obstante el nombre de Templo de Apet y que se
halla en el lado Oeste del de Chunsu. Mariette tiene convertida actualmente esta capilla en
almacén, ofreciendo el más pintoresco efecto que puede imaginarse la sala principal llena de
cajas de momias, estelas y estatuas. La cámara de granito del antiguo santuario fué renovada
por disposición de Filipo Arrideo, el imbécil sucesor de Alejandro el Grande. Llama también
la atención el propileo levantado delante del templo de Chunsu y el revoque que la gran
puerta de la sala hipóstila (h) debe á los Lágidas. Pero cuando, bajo Tolomeo Epifanes, los
habitantes de Tébas rechazaron el yugo, y, durante diez y nueve años, bajo la dirección de
príncipes de la raza egipcia, se sostuvieron contra los señores que dominaban en Alejandría;
cuando, más tarde, en tiempo de Tolomeo Soter II (Latyro), estalló una nueva revuelta en la
ciudad de Amon, los macedonios procedieron despiadadamente contra la ciudad no sometida,
que no podía olvidar su antiguo esplendor: más de un muro del templo detrás del cual se
habían hecho fuertes los rebeldes, vino al suelo; más de una puerta y de una columna fueron
derribadas por orden del vencedor. Durante la dominación de los Césares romanos, la
residencia de los señores más poderosos del mundo antiguo descendió al rango de ciudad de
provincia, siendo muy poco lo que se hizo para su conservación. Cuando el cristianismo
penetró en el valle del Nilo, fueron muchas las tumbas abiertas en la roca que sirvieron de
celda á los anacoretas; muchos los monumentos importantes, muchas las estatuas de la
divinidad que fueron destruidas ó mutiladas como obra peligrosa debida á los paganos;
muchas las cámaras y aposentos convertidos en capillas cristianas. Bajo el islam Tébas dejó
de ser ciudad: los pastores guardaron sus rebaños en los mismos sitios en que se elevaron en