Page 429 - Egipto TOMO 2
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TEBAS                      343
              para la historia de la civilización, por lo mismo que Ramsés hizo representar en ella su
              mueblaje, vasos, canastillos, orfebrería, muebles, entre otros dos sillones de preciosa y
              elegante labor, etc., etc.  Semejantes pinturas, que se refieren á la vida terrestre del príncipe
              difunto, son únicas en Biban el Muluk, y dan una idea del pesar con que se separó el rico
              Rhampsinit de sus tesoros mundanos.
                La gran tumba de Ramsés VI (número 9), de la vigésima dinastía, es de las más célebres:
              los ingleses, siguiendo en esto á los romanos,  la llaman sin fundamento que lo justifique,
              Tumba de Memnon. Cubre sus paredes una muchedumbre inmensa de figuras é inscripciones
              místicas;  la Sala áurea está decorada con un techo astronómico.  Ciertos garabatos en copto
              y  en griego, nos dan á conocer los nombres de los que visitaron y contemplaron sorprendidos
              esta tumba en los primeros siglos de  la era cristiana.  El estilo de las figuras es de los más
              puros, siendo entre los cuadros los que mayor interés
              inspiran, aquellos que se refieren al castigo de los cul-
              pables. Uno hay en el cual se ve á un mono empu-
              jando á un cerdo, que ha dado pié á los franceses para
              que bautizaran esta tumba con el nombre de Siringe de
              la Metempsícosis, y en efecto, en él se ve representada
              un alma metamorfoseada en animal impuro, arrojada
              léjos del Círculo de los Bienaventurados por un cinocé-
              falo consagrado á Thot, es decir, al dios que preside el
              acto de pesar los corazones.
                Prescindimos de visitar las tumbas de  los demás
              reyes de la vigésima dinastía, así como, y lo sentimos,
              las de los reyes de la décimaoctava que se hallan en la
              parte occidental de Biban el—Muluk; las pequeñas de  SCHESCHENK DESTRUYENDO A SUS ENEMIGOS
                                                   (SALA DE LOS BUBASTIDAS EN karnak)
                       los sepulcros recientemente descubiertos
              las reinas, y
              de los grandes sacerdotes de Amon, que arrojaron del trono á los Ramesidas de Tébas, y
              fundaron en Egipto una nueva dinastía, que fué la vigésima primera. Sus nombres  se
                              especialmente en el templo de Chunsu, empezado por Ramsés III,
              encuentran en Karnak y
                              terminado por sus nietos. Nada nos revela la historia respecto de
              continuado por su hijo y
              sus hechos, siendo lo único que se sabe, de un modo positivo, que después de ellos el valle
              del Nilo cayó en manos de ciertos dominadores que hacian gala de su origen extranjero. La
              dinastía vigésimasegunda, que residía en Bubastis, en la Delta, descendía de ciertos semitas,
                             elevados al trono á consecuencia de sucesos todavía imperfectamente
              establecidos en Egipto y
              conocidos. Su fundador Scheschenk es el Schischak de  la Biblia, que ayudó á Jeroboam
              contra Roboam, hijo de Salomón, hizo la guerra al reino de Judá, y se apoderó de Jerusalen
              después de haberla sitiado. Los nombres de las ciudades que sometió durante esta campaña,
              se hallan grabados sobre un muro que mira al Sur de un pequeño pórtico correspondiente al
              píleo que, por  el lado de Oeste, conduce á  la gran sala hipóstila. Amon  le entrega sus
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