Page 426 - Egipto TOMO 2
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                 hijo Ranasés II; en cambio se conocen perfectamente los enterramientos de sus sucesores,
                 desde  el fundador de Medinet Habu hasta  el último de los Ramsés, hallándose en  el dia
                 abiertos á la contemplación de los curiosos. Por punto general están construidos obedeciendo
                 al mismo plan, difiriendo únicamente en  el número y dimensiones de los aposentos abiertos
                 en la roca, y en la riqueza y perfección de los cuadros é inscripciones que cubren las paredes.
                 Si se me permite la expresión, dichas tumbas son verdaderas pirámides excavadas en  el
                 suelo, y así como por la altura de una pirámide puede venirse en conocimiento de la duración
                 del reinado  del príncipe que mandó  erigirla, por la profundidad y ornamentación de  las
                 cavernas fúnebres puede adivinarse  el tiempo y  la riqueza de que pudieron disponer los
                 Faraones que mandaron practicarlas. Las más sencillas consisten en un corredor, una sala
                 para el sarcófago, y una cámara que abre detrás de ésta:  las más complicadas se hallan
                 constituidas por series enteras de corredores, de salas y de cámaras, en las cuales se penetra
                 á favor de la luz de las antorchas de que están provistos los muchachos feláhes, por medio de
                 planos inclinados y de escaleras por las cuales es preciso ascender ó descender. Las pinturas
                 y esculturas sobre estuco que las cubren, pocas veces se refieren á la peregrinación terrestre
                 del difunto: por punto general representan el Tuat, es decir, el abismo,  el mundo inferior, y
                                                          y la exuberante vida que
                                                          reina en él. El personaje
                                                          principal de  esta Divina
                                                          Comedia es el rey, que se
                                                          titula la carne de Ra. Sólo
                                                          cuando  haya  terminado
                 su viaje á través del mundo inferior lo llenará el espíritu del Altísimo y será completamente
                 dios. La barca en que surcan los abismos bajo la guarda de una culebra, se ve halada por los
                 dioses del mundo inferior; al paso que sus súbditos lo celebran y protegen contra los per-
                 versos demonios. Anubis, el conductor de las almas, Hathor la subterránea, Isis y Nephthys,
                 le guian: después de haberse sometido á la justificación y contemplado los tormentos que
                 sufren los condenados, penetra en  el empíreo, en  el  cielo del fuego, donde residen  los
                 bienaventurados, y aquí recibe la apoteosis convirtiéndose en espíritu de luz cuyo nombre es
                 el nombre de Dios, que es uno solo con los dioses celestes, en términos de no distinguirse de
                 ellos en cosa alguna. Los fieles  le acogen con exclamaciones de júbilo; los pueblos de la
                 tierra,  egipcios, semitas,  líbicos,  lo mismo  los de tez  clara que los negros,  le prestan
                 homenaje; resuenan en su honor cantos de alabanza; hasta los dioses se inclinan á su
                 presencia; las constelaciones aparecen y desaparecen ante sus ojos; los dias y los años pasan
                 delante de él.  Las representaciones y las inscripciones de las tumbas de Biban el-Muluk son
                 el Libro de los Muertos de los reyes. Así como en los templos se encuentran comunmente
                 ciertos textos y ciertos símbolos en los mismos sitios préviamente determinados,  lo mismo
                 acontece con los de las tumbas.  Sin embargo, los textos difieren tan notablemente de los que
                 se encuentran en las tumbas privadas, como la naturaleza del dios Ra, hecho carne, en el
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