Page 427 - Egipto TOMO 2
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TEBAS                     341
                                            trono de Egipto, difiere de la de un simple
                                            particular. El largo himno esculpido ordina-
                                            riamente en las paredes de los corredores,
                                            que siguen inmediatamente después del ves-
                                            tíbulo, merece particular atención.  Lleva
                                            el nombre de Aclamaciones á Ra en  el
                                           Amenti,  es  decir,  en  el mundo  inferior.
                                            Publicado por Naville, después de haberlo
                                            estudiado concienzudamente valiéndose de
                                            cuatro distintas versiones, encierra seten-
                                            ta y cinco invocaciones referentes á otras
                                            tantas personificaciones de Ra. Forma un
                                            todo independiente y sirve de introducción
                                            á los textos que siguen, proclamando para
                                            los iniciados, — de los cuales sólo los más
                                           adelantados tenían acceso á la tumba de los
                                           reyes, — en lenguaje por demás pintoresco,
                                           la idea panteista que se halla en el fondo de
                          menephtah        la doctrina de los misterios. Ra es el Todo
             que encierra en sí todas las cosas y todos los dioses: fuera de él nada existe, y cuanto existe
             es una de las formas de su sér múltiple.  Sin que sepamos la causa, contábanse setenta y
             cinco de estas formas, á cada una de las cuales hallábase consagrada una estatuilla, cuyos
             nombres debía conocer el difunto, del
             mismo modo que la invocación que á
             ella se refiere, sin lo cual le era im-
             posible  confundirse  completamente
             en la unidad de Ra. Llegado á este
             punto,  la eternidad  es su tiempo,
             puede revestir la forma que mejor le
             plazca y, de la misma manera que la
             divinidad que llena el Todo, manifes-
             tarse en sol ó en astro, en hombre,
             en animal ó en planta.  Su momia se
             conserva cuidadosamente y se erige
             su estatua, de modo que pueda, si lo
             desea,  confundirse,  bajo  la misma
                                              SILLONES TUMBA DE RaMSÉS  III J
                                                  (
             forma que -tenia en la tierra, con la
             muchedumbre humana, que lo considera siempre como un sér existente en sí mismo, al cual
             se da el nombre de Ka.
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                  EGIPTO, TOMO  II.
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