Page 45 - Egipto TOMO 2
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REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
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casi todo cuanto
porque Stambul es la capital del Oriente musulmán, y
Constan! 1 i I Toda^ las reformas, hasta
Constan tinopla 5
nwíricniido
. ,
juzgase que es distingu .
es stambulino (constantinopolitano) , el interior, comienzan aquí poi
aquellas que deben producir profundas [modificaciones en los mas
al exterior. Un asunto hay, sin embargo, y de
superficie, trascienden
la y a los
importantes en los tiempos modernos, en el cual se ha procedido en conformidad
principios más racionales: es éste la reforma de la educación escolar emprendía por el
suizo Dor-bey, que ha hecho esfuerzos verdaderamente sobrehumanos para arrancar a a
ignorancia hasta el sexo femenino de la población, á cuyo efecto, entre otiob medios de que ha
la riquísima biblioteca de Darb-el-Gamamiz , que merece ser
echado mano, ha erigido
colocada, por todos conceptos, al lado de las más importantes de Europa. Y esos esfuerzos,
por los cuales se ha hecho acreedor á toda suerte de elogios, han debido ser tanto más pode-
rosos, cuanto que para realizarlos le era indispensable luchar con los obstáculos que le creaban,
por un lado el pueblo, apegado por rutina á las antiguas costumbres y mirando con ingénita
omnipotentes guardadores del
prevención todo lo europeo, por otro los ulemas, celosos y
cuando se ha tratado de intro-
derecho musulmán. Y estos obstáculos han surgido siempre y
los mismos
ducir una innovación cualquiera; mas poco á poco se ha hecho lugar la razón, y
ulemas se han convencido al fin de la necesidad de hacer reformas en la administración de
justicia, asunto por demás interesante, en especial por lo que se refiere á las relaciones jurí-
dicas existentes entre los viajeros establecidos á orillas del Nilo, no sólo entre sí, sino también
con los egipcios: reformas que se han completado con la introducción de un cuerpo de doctrina
en que dominan los principios del derecho italiano y del derecho francés, que ha sustituido al
código por qué se regían los musulmanes, en el cual hallábase involucrada y confundida la
áun el mismo Coran, al cual atendian los jueces para resolver
teología con la jurisprudencia, y
en cuantas cuestiones se sometían á su decisión, áun cuando se refirieran al derecho civil.
En el número de los. grandes actos llevados á cabo por el jetife, debe contarse la abolición
prohibición de la esclavitud, que, no hace mucho tiempo aún, estaba en gran auge en Egipto,
y
tanto que hace no muchos años tuvimos ocasión de penetrar en el patio de un okel donde se
estrechaban los que acudían á proporcionarse carne humana, cual si se tratara de la más
insignificante mercancía. Respecto del particular nada diremos, dejando al lápiz del pintoi
el trabajo de dar idea del cuadro lastimoso que presenciamos. Tan infame comercio sólo
puede practicarse hoy rodeándolo del. más impenetrable secreto, pues los jueces están
obligados á conceder la libertad á todo aquel que la solicite, sea hombre sea mujer. Preciso es
consignar, sin embargo, que son muchos los que prescinden de hacer uso de semejante
derecho, proviniendo esto de que la suerte del esclavo, en los pueblos que practican el
Islamismo, dista mucho de ser desagradable. Sea como quiera, cuando se considera lo profun-
damente que había arraigado la esclavitud en la vida oriental, de la cual no se ha extirpado
aún. ni mucho ménos, es justo tributar toda suerte de alabanzas al hombre que ha
emprendido formalmente la tarea de suprimir tan odiosa institución.
El que el jetife haya alcanzado el mejor éxito en las reformas más importantes entre las