Page 42 - Egipto TOMO 2
P. 42

,



                                    REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
                   38
                                              hermosura, merced á la construcción de un
                 pintoresco encanto, halo ganado en salubridad y
                 soberbio acueducto, con el cual se reemplazó el antiguo, que era inútil ó por lo ménos insu-
                 ficiente para las necesidades de la nueva población, y la construcción de nuevos canales y
                                                      abundante sombra. La plaza de
                 abundantes plantaciones de árboles que proporcionan grata y
                 Ezbekijeh ha experimentado una transformación más importante.  Edificios de estilo europeo
                 majestuosos y hasta grandiosos, mereciendo especial mención los teatros, las fondas más
                 importantes; la Bolsa, la mayor parte de los consulados, y hasta casas particulares con lujosas
                 tiendas, abundantemente provistas, rodéanla por todos lados: el jardín público existente en el
                 centro de ella es indudablemente uno de los más bellos del mundo, y de fijo no ha}' otio que
                 se haya formado con mayor rapidez. El viajero que durante las tranquilas horas de la mañana
                 discurre bajo las sombrías arboledas y  contempla largas avenidas perfectamente cuidadas, y
                                      magníficas flores procedentes de todos los países; ó que en
                 lozanos arbustos y  esplendentes y
                 las últimas de la tarde se confunde con la concurrencia para escuchar las más inspiradas
                 composiciones de los maestros europeos, ejecutadas primorosamente por una orquesta egipcia,
                 contemplando al par la lujuriosa vegetación que le rodea, perdiéndose á veces en las maravi-
                                 paseando en derredor del estanque principal, difícilmente acierta á
                 llosas grutas artificiales, y
                 comprender que dicho parque, tal cual hoy puede contemplarlo, se comenzó en el año de 18/0,
                 por Barilet, antiguo jardinero en jefe del ayuntamiento de París, muerto casi en la flor de su
                 juventud. No hay para qué decir que para el alumbrado se emplea en Ismailia el gas lo mismo
                 que en el Cairo; y de seguro que quien haya contemplado los jardines de Ezbekijeh, ilumina-
                 dos por dos mil quinientos mecheros, que en su mayor parte arden en el interior de campanas
                                                                    maravi-
                 de vidrio de colores, en forma de tulipanes, jamás podrá olvidar el efecto fantástico y
                                         estudio de la concurrencia que frecuenta por la tarde
                 lloso que ofrece. Hasta la observación y
                 el parque constituye agradable ocupación: en  ella están representadas todas las clases, y si
                 bien los europeos están en mayoría, no faltan en gran número los orientales.  Allí se ven los
                 de las regiones de Levante, acompañando á sus esposas, que visten trajes espléndidos;  los
                 coptos en cuyos vestidos dominan los colores sombríos; damas veladas de los harems de la
                 clase media; muchachos árabes y  occidentales á los cuales acompañan niñeras de atezado
                                                  marcial continente, de los cuales, los
                 rostro; soldados egipcios y cavas de luengos bigotes y
                 más distinguidos, están adscritos al servicio de los consulados.
                   El jardín que nos ocupa está abierto  al público : otros hay no ménos bellos y mucho más
                 extensos que forman parte de los numerosos palacios del jetife y de su familia . De estos es el
                 más notable é interesante el del palacio de Gezireh,  la isla  situado en una de las islas del
                 Nilo. El arquitecto aleman Franz-bey es el autor de los planos de esta morada regia, que ha
                 decorado con un lujo verdaderamente oriental. Durante las fiestas de la inauguración del canal
                 de Suez ocupáronlo los huéspedes más distinguidos del jetife, y se dieron en él suntuosos bailes
                 á que asistieron todos los convidados. Existen en él aposentos verdaderamente maravillosos,
                 cubiertos de ónice, que han costado setenta y cinco mil francos, una fortuna; siendo imposible
                 concebir nada más encantador que el salón, tapizado de raso azul, que ocupó la emperatriz
   37   38   39   40   41   42   43   44   45   46   47