Page 37 - Egipto TOMO 2
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REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
                 por donde se había verificado el paso de los Israelitas; pero H. Brugsch ha tratado de identi-
                 ficar hace poco tiempo el mar de los Juncos con el lago de Sirbon, que se halla situado entre el
                       la Siria, y le separa sólo una estrecha lengua de tierra del Mediterráneo, en cuyo caso
                 Egipto y
                 los guerreros del faraón, sorprendidos por una crecida de la marea, habrían perecido en los
                 báratros ó cuevas que, según testimonio de los antiguos, hállanse traidoramente escondidos
                 en estos lugares, los cuales han sido funestos para otros ejércitos. Semejantes hipótesis sos-
                                                        tenidas con habilidad y con
                                                        ardor, no han logrado des-
                                                        truir la autenticidad de la
                                                        antigua tradición; pues aún
                                                        en el dia, los que atraviesan
                                                        de uno á  otro lado por  el
                                                        fondo del golfo de Suez,  al
                                                        regresar de su excursión,
                                                        abrigan el más profundo con-
                                                        vencimiento, y no les persua-
                                                        dirán de lo contrario quienes
                                                        en  ello se empeñen, de que
                                                        han seguido  el camino á lo
                                                        largo del cual condujo Moisés
                                                        el pueblo que se le confiara.
                                                        Antes de que se abriera  el
                                                        canal proyectado por M. de
                                                        Lesseps, podía pasarse á pié
                                                        ó á la grupa de un camello,
                                                        desde una orilla á la opuesta,
                                                        merced á los numerosos ba-
                                                        jíos existentes en estos luga-
                                                        res; pero la rapidez con que
                                                        suben las aguas en el período
                                                        del flujo, ha puesto en peligro
                 más de una existencia, entre otras la de Bonaparte, que habiendo escapado con bien del
                  peligro que corriera exclamó riendo: «Mi salvación ha sido causa de que se perdiera un tema
                  »que de seguro habrían aprovechado para sus sermones no pocos predicadores.»
                    No hay para qué indicar cuánto podríamos ahora decir relativamente al mar Rojo y á la
                  historia de Sinaí; pero no hemos consignado aún cuánto debemos decir del Cairo, y por lo
                  tanto hora es de que retrocedamos en nuestro camino ántes de emprender el del Egipto
                  superior.
                    Los dueños alemanes de la fonda del Nilo, establecimiento muy cómodo al cual dan los
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