Page 301 - I. Origen de los indios de Amrica. II.Origen y civilization de los indgenas del Peru
P. 301

T>n LOS INDÍCENAS DEL PERÚ            28'?


   gía, en la China lo mismo que en el Perú, es que se acostum-
   braban el oso de los quipus, llamados allá ''Koua'\ Agrega
   el mismo autor: *^Se cree que á consecuencia de una convul-
   sión política surgida en la China en tiempos muy remotos,
   el partido arrojado de aquel país faé el que vino á América
   y fundó los imperios de México, Perú, etc.
      El   dcctor Hyde Clerke, en su excelente obra Resear-
   ches ittprehistoríc andprotobistoric comparatiyephjlology,
   mithology, in connection with tbe   origine oí culture ia
   America f pag. 36, trae también á colación estas analogías
   entre los Peruanos y los Chinos: el mismo despotismo que
   usaban los Incas y los Emperadores del Celeste Imperio; el
   uso del parasol en señal de dignidad; la costumbre de los
   Peruanos de mascar hojas de coca mezcladas con cenisa,
   igual á la de los Asiáticos de mascar una mezcla de cal con



   ca) labrar la tierra con sus propias manos: cada año al celebrarse nna
   fiesta señalada, daba á sus subditos, este hermoso ejemplo. Al efecto, en
   el templo más grande de Pekín, ofrecía previamente un sacrificio al dios de
   la Madre Tierra, en seguida, revestíase  de un traje de labrador, y condu
   ciendo una yunta de bueyes con las astas doradas y atados á un arado de
   plata pintado de carmesí con filetes dorados, abría surcos en una pequeña
   extensión de terreno del recinto de ese mismo templo. Durante su trabajo,
   la Emperatriz, acompañada de sus damas de honor, en un departamento
   inmediato, preparaba una frugal colación, que le llevaba y tomaba en su
   compañía. Los antiguos Chinos Instituyeron esta ceremonia para recordar
   á sua monarcas, que las rentas públicas sobre las que se funda su poder,
   provienen del trabajo y sudor del pueblo, y que no deben ser invertidas
   en el fausto y el despilfarro, sino aplicadas á las necesidades del Estado.
      Llama mucho la atención la analogía de ese ceremonial con el celebra-
   do por los Emperadores Peruanos; hecho que dá fundado margen para su-
   poner que la civilización incaica deribabá de la China,  y que los Incas prac-
   ticaban ese ceremonial con ideático fin que los monarcas del Celeste Impe-
   rio, es decir, tanto para dar á sua subditos el ejemplo de que deben dedi-
   carse al trabajo de la agricultura, cuanto para simbuliaar que el producto
   de e8(£ trab£4Jo debe emplearte en l^ necesidades de la comunidad  ófiicik*
   296   297   298   299   300   301   302   303   304   305   306