Page 89 - I. Origen de los indios de Amrica. II.Origen y civilization de los indgenas del Peru
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mezclarse ni tratar cotí las de otros Continentes, pasaron
á América prontamente, al suceder la dispersión del linaje
hnmano, despnés de la confusión de las lenguas en 6a'
bel" (1).
Algunos escritores han supuesto que en los tiempos he-
roicos, los Judíos, los Cananeoe, los Cartegineses, los Feni-
cios, los Troyanos, los Griegos, los Egipcios y los Escitas,
habían desembarcado á las playas americanas, fundándose
en ciertas analogías que se han notado entre aquellas diver-
sas rasas y las de América.
Asimismo, varios otros autores han asentado que las
primeras emigraciones al Nuevo Mundo habían venido de
la Átlántida, grande isla que, se dice, existió en tiempos re-
motos entre el África y la América, y que fué sumergida en
el Océano Atlántico por un gran cataclismo.
Y aún no faltan autores que han querido probar que los
originarios de América descienden de los Iberos del tiempo
de Tuba), nieto de Noé, qne había mandado expediciones á
las playas americanas.
En fin, hay un sinnúmero de teorías acerca del origen y
(1) Acatando la opinión del sabio filólogo Hervas j Panduro, de no
haber palabras de los idiomas europeos, asiáticos y africanos en las len-
guas americanas de los indios primitivos de América, tal hecho prueba,
evidentemente, que después de la confusión de las lenguas en Babel, cada
pueblo ó tribu tuvo que formar su lengua propia, no teniendo para ello
más maestro que la Naturaleza, la que se las dictó, según las circunstan-
cias propias del clima, de los animales, de las flores y de los frutos de la
localidad donde residía cada pueblo ó tribu: todo lo que se movía estaba
dotado de vida para el Hombre primitivo; para él, todos los sonidos eran
voces, ya fuera el bramido de la fiera ó el ruido del viento y del agua. Des-
pués del trascurso del tiempo, y con las emigraciones que de otros Conti-
nentes abordaron sucesivamente á las playas americans, las lenguas su-
frieron notables modificaciones, proviniendo de allí que, al cabo de millares
de años, esas mismas lenguas habían adoptado muchas voces de los pue-
blos 6 comarcas de esos diyersos Continentes.