Page 241 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz                           231



            una paciencia increíble, con mucha destreza y lentamente, rapó el
            cabello de la mujer.

            Alzó su mochila con el dinero, comprobó que el Mágnum .500 estaba
            cargado y salió como escupido de la raquítica habitación. Luego co-
            menzó a regar gasolina por todos los rincones y recordó las veces
            que había amado a Custodia. Amanecía en la inmensa soledad de este
            rincón de Bolivia, ¿a quién pedir socorro?.

            Nerón, como fue apodado después de incendiar unos cañaverales
            cerca Bermejo, prendió fuego a todos los rincones de la vivienda y
            sin mirar atrás se marchó, tomó el camino hacia el noreste, hacia
            Puerto Suárez y se olvidó de todo, de todo.

            Según una investigación periodística, LeoLuca Primitivo Nerón huyó
            en esa ocasión por los bañados del Otuquis con rumbo a Puerto Suá-
            rez y anduvo perdido muchos días, sobreviviendo y comiendo lo que
            encontraba, una torcaza, ciervos, venados, reptiles, etc. Buscaba ac-
            tividad humana para orientarse, era un territorio extenso y poco ha-
            bitado.  Tenía en su poder dinero, muchos dólares y el pago
            adelantado por apoyar la comisión de verificación de límites. Tenía
            el revólver .500 Smith & Wesson Mágnum y la mochila. Se durmió
            en medio monte, tal vez cerca a Tacuaral. Cuando despertó escuchó
            a un puestero arrear ganado y que se aproximaba al lugar. Le dijo el
            arriero:

            -Por ese sendero usted llegará a Puerto Suárez.
            Días y días caminando. Tuvo mucha suerte, pasó inadvertido en la
            estación de trenes en Puerto Quijarro, compró un boleto y partió
            desde la frontera hacia la capital cruceña. Llevaba una mochila que
            utilizan los militares con miles de dólares y nadie se sorprendió. El
            revólver .500 SW Mágnum lo llevaba en el cinto.
            En la estación de trenes en Puerto Suárez, Leoluca Camorrero estaba
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