Page 238 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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          pone. ¿Por qué le dicen así?, dijo él. Porque contrabandea cantidades
          de bebidas alcohólicas desde Paraguay. ¿Ve esas huellas de camio-
          nes?, hace una semana que cruzaron por aquí rumbo a Santa Cruz de
          la Sierra, ¿Y? ¿y qué? Yo espero su regreso porque él me prometió
          matrimonio. Pero tal vez ya lo mataron. ¿Quién lo mató? Los del
          COA. Quiero casarme con él, aclara ella. Se miran, miden sus fuerzas
          y deseos. ¿Y entonces qué pasó? Ella dijo: mejor tomémonos una bo-
          tella de ron Havana Club ya que estamos entrando en confianza. No
          hay problema, tomemos. Sin hielo, porque por estos lares eso no se
          conoce, puro vamos a tomar. Se le bota, dijo él. Así comenzó esta
          historia que terminó en una desgracia, ella trajo la botella, él mientras
          más tomaba más bella veía a Custodia. ¿Y qué más, y qué más?
          Luego ella le advirtió otra vez. “nada de atrevimientos, mi novio es
          delicau con el gatillo y no te perdonará si me tocas”. De eso no se
          preocupe.

          El calor es ya insoportable en los bañados del Otuquis, él un semental
          incontrolable y ella una mujer fornida, sensual e insaciable en el
          amor. Se vuelven a mirar. Luego el viento era suave esa noche.  Ella
          lo mira a él y él la mira a ella. Destaparon la segunda botella de Ha-
          vana Club. Sudan. Se miran. Se desean. Un camión cargado de lico-
          res de contrabando cruza la vivienda a toda velocidad. Dice ella: “Ese
          camión viene desde la reserva de Tucabaca, es la ruta del contra-
          bando, por estos territorios no hay Dios ni ley. Mañana ya estará en
          Santa Cruz”. ¿Y cuál fue el final? Ahora cantan abrazados una can-
          ción de Vicente Fernández: “ y volver volver, volver/A tus brazos,
          otra vez /Llegaré hasta donde estés/Yo sé perder, yo sé perder /Quiero
          volver, volver volver…  Se abrazan. Se besan. Se vuelven a abrazar.
          Ahora cantan “Pa´ todo el año”: “Por tu amor que tanto quiero/Y
          tanto extraño/Que me sirvan otra copa y muchas más
          /Que me sirvan de una vez/Pa' todo el año/Que me pienso seriamente
          emborrachar. Se besan largamente , se acarician y siguen cantando:
          “Si te cuentan/que me vieron muy borracho/Orgullosamente diles
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