Page 86 - historia de españa
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INTRODUCCIÓN.
El “Alzamiento Nacional”, nombre dado por los militares sublevados al pronunciamiento del
17 y 18 de julio de 1936 contra el Gobierno del Frente Popular, condujo a la Guerra Civil, un
acontecimiento que suscitó gran atención tanto en nuestro país como en el exterior, al percibirse
como un precedente de la II Guerra Mundial, en la que se enfrentaron el liberalismo y el socialismo
con las derechas autoritarias y fascistas. El triunfo “nacional” frustraría los intentos de crear una
democracia estable en España y trajo como consecuencia el establecimiento de la dictadura
franquista.
DESARROLLO.
- Las causas de la conspiración y la sublevación militar.
La conspiración militar se inició tras el triunfo del Frente Popular (antes lo intentó Sanjurjo
en 1932) debido al deterioro del orden público y a motivos más profundos: la resistencia a las
reformas y a las autonomías, y el miedo a la revolución (como en octubre de 1934).
El general Sanjurjo fue el líder teórico, pero murió en accidente, el general Mola fue el
estratega de la operación y el general Franco lideraría a los sublevados más tarde. El impacto del
asesinato de Calvo Sotelo fue la excusa para la sublevación militar, iniciada el 17 de julio en
Marruecos, donde se encontraba la mejor guarnición del Ejército (la Legión y los Regulares).
Franco, tras controlar Canarias, se trasladó a Marruecos (“Dragón Rapide”) y se puso al frente de la
rebelión.
El 18 de julio el general Mola en Pamplona y otros jefes militares en el resto de España
declararon el estado de guerra. Los sublevados preveían un golpe breve y rotundo; pero su mala
ejecución, unida a la debilidad del Gobierno para atajarlo, condujeron a una larga guerra civil,
quedando el país dividido en dos:
Los rebeldes triunfaron en la España rural. Dos áreas separadas: Galicia, Castilla, Álava,
Navarra, Aragón y N. Extremadura; y Andalucía Occ. Además, Mallorca e Ibiza, y Marruecos. Sus
apoyos sociales serían: terratenientes y pequeños propietarios, oligarquía financiera e industrial,
sectores del ejército y la Iglesia.
Permanecieron fieles a la República las ciudades más importantes (Madrid, Barcelona,
Valencia, Bilbao) y las zonas industriales. También dividida en dos zonas (Cornisa cantábrica y
Centro-Mediterránea). Sus apoyos sociales: la clase obrera, las clases medias urbanas y un sector
de la burguesía y del ejército.