Page 196 - Encuentra tu persona vitamina
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a su dilema, sin embargo, en ocasiones, estos casos necesitan a un profesional
que ayude a dar perspectiva y algo de luz a aquello que preocupa. En la vida
hay que tomar decisiones muy duras, y a veces la cabeza y el corazón no van
siempre de la mano.
—En mi opinión —le dije— tienes que razonar, pensar fríamente. Si
quieres a tu marido y deseas mantener a tu familia unidad debes cortar con la
otra persona. Tener una doble vida tiene consecuencias, tanto físicas como
psicológicas. Tu cuerpo no miente, tu cuerpo escucha y tu corazón debe vivir
la verdad.
La serenidad y la paz interior no tienen precio y determinan nuestro estado
de ánimo. ¡Claro que hay momentos donde a todos nos gusta experimentar con
emociones intensas y con el riesgo!, pero sentir sosiego, calma y tener la
conciencia tranquila ayudan a sacar lo mejor que llevamos dentro.
Cristina siguió adelante con las dos relaciones. Un día su marido casi la
pilló in fraganti y de la angustia acabó en Urgencias por un ataque de
ansiedad. Eso la llevó a replantearse las cosas. Finalmente decidió centrarse
en su marido y sus hijos y cortar la otra relación. Está siendo un camino
difícil, pero se va acercando a su meta.
LOS INGREDIENTES DE UNA PAREJA QUE FUNCIONA
Para que una relación funcione hacen falta dos componentes: la atracción
física y psicológica y la admiración. Una pareja evoluciona por los mil
avatares de la vida, pero para que siga existiendo ese superglue que mantiene
unido el afecto es necesario que estos elementos se mantengan o se sigan
fomentando. No olvidemos que las personas que se unen, aunque provengan
de ambientes y culturas similares, traen su propia biografía e historia que va a
influir de forma significativa en la manera en la que se relacionen como
pareja. Es decir, a pesar de que parezca que todo fluye desde un primer
momento, siempre existirán unas diferencias que marcarán el futuro de la
relación. Estas pueden ser grandes o pequeñas, y las últimas son las que van
deteriorando la convivencia del día a día.
Pormenores tan nimios como la cocina, el orden en la casa, los horarios o
la manera de gestionar las relaciones humanas. Las dificultades y los
momentos malos son parte del transcurso normal de una historia afectiva. La