Page 197 - Encuentra tu persona vitamina
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relación tiene un desarrollo y cada miembro de la pareja tiene el suyo propio.
Ese ritmo interior es clave, ya que existen periodos que parecen crisis en el
matrimonio, pero en realidad son etapas personales de crecimiento y
desarrollo. Saber enfrentarse a ellos de manera sincera y sana es un trampolín
para sacar lo mejor que llevamos dentro.
Para conservar una relación, desde la más idílica y fácil hasta la más
compleja, debemos querer cuidarla y querer mimarla. No conozco nada más
complicado que el matrimonio o la relación de pareja consolidada. Surgen
tristezas, conflictos, problemas y crisis, razón por la que hace falta trabajar el
amor romántico todos los días.
Suelo decir que existen tres tipos de parejas:
1. Las que funcionan solas (nada funciona solo, pero me refiero a las
relaciones sencillas que fluyen con pocos conflictos).
2. Las que no funcionan y son fuente constante de sufrimiento y
dificultades.
3. Las que funcionan con mucho esfuerzo, pero, con ganas de ambos,
pueden salir adelante.
Como digo, toda pareja requiere ser cuidada —«quiero querer cuidarte.
Decido cuidarte a pesar de las circunstancias»—. Ya hemos visto que el
enamoramiento dura lo que dura y el éxito de una relación radica en cómo
ambos saben salir de los conflictos, en la generosidad a la hora de ceder y
perdonar y en cómo se comunican entre ellos. Toda pareja precisa trabajar
algunas pautas para que la convivencia funcione lo mejor posible.
Es un campo apasionante y existen terapias, libros y vídeos al respecto,
pero he pensado que dejarte algunos tips puede ayudarte para que en un
momento de dificultad con tu pareja, hojees estas líneas y descubras si alguno
de los pilares de un amor sano no lo estás cumpliendo de la manera
necesaria:
1. TRABAJA LA COMUNICACIÓN
Desde cómo hablas, cómo te comunicas, cómo expresas lo que sientes…
Evita sacar la lista de agravios y de heridas del pasado. En los enfados, el