Page 8 - Palabras en libertad
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Cuando me di cuenta, la botella de agua me había mojado todo el pantalón. ¡Qué

            tonto!  Me  reproché.  “Fue  solo  un  sueño,  un  hermoso  sueño,  pero  lo  bueno  es  que

            comienzo a  pensar en ella…”. “Sin  más preámbulos”  me  dije,  me  levanté del asiento

            todo mojado y seguí adelante. Sentí  una tensión en la cabeza, un pequeño dolor, pero eso
            no me impidió continuar. Fue la primera vez que pude visualizarla de cuerpo entero.


                   En uno de los costados, pude notar una mesita y dos sillas. Me acerqué para ver de

            qué se trataba. Finalmente, era sólo una partida de ajedrez. Algo peculiar es que estaba

            comenzada  y  era  el  turno  de  las  blancas.  Pensé  que  era  algún  acertijo  y  traté  de
            resolverlo, moví una pieza y sentí una sensación rara. Escuché los inigualables gritos de

            mi amada y al darme cuenta me encontraba en un nuevo pasaje, un lugar completamente

            blanco. Me dirigí hacia esos gritos, seguí avanzando y de repente,  vi cómo el suelo se

            iba transformando en negro. Pero detrás de mí, el suelo era blanco y podía ver el límite.

            Seguí avanzando y me encontré con una torre frente a mí. Traté de razonar: Algo que
            aparece primero, blanco y luego negro, y una torre enfrente… -¡AJEDREZ! Me dije y me

            pregunté qué hacer, pese a que seguía escuchando su voz que parecía un coro en total

            sintonía, entonando una hermosa ópera italiana. Pero de repente, un vozarrón espantoso,

            me dijo: - Si a tu amada quieres salvar, al rey debes voltear…Traté de relacionarlo todo,

            cual Sherlock Holmes dando una larga pitada, y –Claro, tengo que derrocar al rey rival…

            -Tu turno… En ese mismo momento, estaba “viviendo” la partida que acababa de ver.

                   –Torre H4, jaque, dije. En ese instante, comencé a ver cómo una torre de enorme

            dimensión se movía. Al asociar que la única movida del oponente sería con el caballo,

            empecé  a  correr  de  la  casilla  donde  me  encontraba.  Con  mucha  fortuna,  vi  pasar

            prácticamente  al  lado  mío,  los  brincos  del  caballo  que  se  dirigían  a  H7.  Mis  últimas

            palabras fueron –ReinaXH7++, Jaque Mate… En ese momento, observé cómo mi “lady”
            corría desesperadamente a mis brazos y cuando estaba a punto de tocarla ¡PUFF!  Otra

            vez me desperté junto a una puerta, y vi la misma mesa completamente virgen.  No lo

            podía creer, dos sueños y nada… Nunca me había pasado una cosa igual. Lo raro es que

            me desperté con mucho entusiasmo y durmiendo bien, pero afortunadamente la pude ver

            otra vez…

                   Esta movida, ya  me estaba preocupando un poco más de lo  habitual. Tomé un

            sorbo de agua y emprendí la marcha. El dolor de cabeza seguía presente, pero me lo tenía
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