Page 67 - LIBRO EN PDF RECUERDOS.wps
P. 67
lentamente la calle con su morral colgado de un
hombro, en el llevaba sus cartuchos, balas, alguna
medicina y algo de comer para él y sus perros, se
acerco a Carlos, lo tomó por el hombro y caminando y
hablando pausadamente se retiraron; yo interpretaba lo
que mi tío le iba diciendo. Mira Carlos, en mi sala de
trofeos tengo cabezas de venados, gato montes, jabalí,
tigrillo, cascabeles de víboras, y algunas cornamentas,
y lo único que no tengo es una cabeza de pelafustán.
Lo vimos regresar sonriente y satisfecho, dijo
solamente que podíamos salir al frente.
Esa misma tarde en el cuarto que servía de quirófano,
encontramos una pequeña lagartija, cuando la
pasamos a revisión notamos que tenía unas lagrimitas
y la pusimos en el lugar de honor.
Preparamos otra caja de cartón, con base de franela de
muñequitos, que nos regalo la tía Lucecita.
Se entregó la colección y días después se llevaron a
cabo los reconocimientos por los arduos trabajos de
investigación y colección. El primer lugar lo ganó
Fabián Quiroz, un joven delgado, pálido, elegante,
inteligente y además muy rico, y de un corazón
enorme.
El día del concurso llegaron dos personas cargando una
mesa de caoba de 1.20 x .60 metros tallada a mano
magistralmente por un soberbio artesano, el barniz era
impecable, brillaba como un lucero, la cubierta era de
cristal biselado artísticamente, los insectos descansaban