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Historia social de la literatura y el arte
realidad no hay diferencia fundamental entre los dos tipos de de
sarrollo; lo que ocurre, simplemente, es que la influencia de las
«circunstancias externas» es más evidente en el caso de un desa
rrollo intermitente que en el de un desarrollo rectilíneo. Efectiva
mente, estas circunstancias desempeñan siempre el mismo papel
decisivo. En cualquier punto y en cualquier momento de la evolu
ción está abierto el interrogante de qué dirección ha de tomar la
creación artística. El mantener la orientación existente representa
un proceso dialéctico semejante y es, en igual medida, una conse
cuencia de las «circunstancias externas», que el modificar la orien
tación dada. La pretensión de retener o de interrumpir el progreso
del naturalismo no presupone ningún factor fundamentalmente
distinto de los que constituyen el deseo de mantener o acelerar su
progreso. El arte de la época de la Revolución se distingue del cla
sicismo anterior sobre todo en que con él consigue el predominio
definitivo la concepción artística rigoristamente formal, lo que no
había ocurrido desde principios del Renacimiento, y en que repre
senta la consumación definitiva de una evolución que había dura
do trescientos años y se extendía desde el naturalismo de Pisanello
hasta el impresionismo de Guardi 137. A pesar de ello, sería injusto
negar toda tensión y todo conflicto estilístico ai arte de David; la
dialéctica de las distintas direcciones estilísticas está latiendo en él
tan febrilmente como en la poesía de Chénier y en todas las crea
ciones artísticas importantes del período revolucionario.
El clasicismo que se extiende desde la mitad del siglo XVIII
hasta la Revolución de Julio no representa un movimiento homo
géneo, sino una evolución que, aunque procede de manera ininte
rrumpida, se consuma en varias fases claramente distintas. La pri
mera de estas fases, que se extiende aproximadamente desde 1750
hasta 1780 y que suele ser llamada «clasicismo rococó» por el ca
rácter mixto de su estilo, representa en el desarrollo histórico las
tendencias probablemente más importantes, reunidas en el «estilo
Luís XVI», pero representa sólo una corriente subterránea en la au
téntica vida artística de la época. La heterogeneidad de las tenden-
*37 Cf. Wolfflin, op. cit,, pág, 35.
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