Page 134 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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De biis quos a secretis príncipes habent 1
No es de poca imponancia para un príncipe la elección
de sus ministros; que son buenos o no según la prudencia
del príncipe. Y el primer juicio que nos formamos sobre la
inteligencia de un señor se basa en los hombres que le ro-
dean; y cuando son competentes y fieles se le puede reputar
sabio porque ha sabido reconocer su capacidad y conservar
su lealtad. Pero cuando son de otra manera hay siempre mo-
tivos para formar un mal concepto de él, ya que su primer
error ha sido precisamente esta elección.
No había nadie que conociese a micer Antonio de Ve-
nafro", como ministro de Pandolfo Petrucci, príncipe de
Siena, que no creyera que Pandolfo era un hombre exce-
lente ya que le tenía por ministro. Y esto porque existen
tres clases de inteligencia 3: una comprende las cosas por
sí misma, otra discierne lo que otros comprenden y la ter-
cera no comprende nada por sí misma ni por medio de
otros; la primera es extraordinaria, la segunda excelente y
la tercera inútil; si Pandolfo no estaba en el primer grupo,
tenía necesariamente que estar en el segundo: porque siem-
pre que uno tiene talento para discernir el bien o el mal
que otro hace o dice, aunque de por sí carezca de iniciativa,
reconoce las cosas buenas o malas del ministro exaltando
unas y corrigiendo las otras; con lo que el ministro no pue-
de esperar engañarle y ha de continuar siéndole fiel.
Para que un príncipe pueda conocer a su ministro hay
1 De los secretarios de los príncipes.
2 Antonio Giordani de Venafro (1459-1530) era el principal consejero
de Pandolfo Petrucci. De él nos qablan, muy a menudo, distintos escrito-
res políticos, entre otros, F. Verrorí (Viaggio d'Aiemagna), F. Guicciardi-
ni, y el mismo Maquiavelo: ver las cartas de la legación a Siena, Legazio-
ni, Edición, F. Chiapelli, Laterza, Scrittori d'Iralia, y Discsrsos, 111, 6.
l Burd indica, como fuente de esta observación, Tito Livio, XXII, 29.8.