Page 129 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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EL PRINCIPE  91
      lán y recuperar el estado  Los tiempos no estaban enton-
                             12•
      ces como para que el extranjero viniera en ayuda del pue-
      blo. Pero luego de poco le valieron las fortalezas cuando Cé-
      sar Borja le asaltó y el pueblo, enemigo suyo, se unió al in-
           13.
      vasor  Consideradas, pues, todas esas cosas, alabaré al que
      construya fortalezas y al que no las construya; y censuraré
      a todo aquél que, fiándose de las fortalezas, menosprecie el
      ser odiado por el pueblo.



                               XXI

            Quod principem deceat ut egregies habeatur1

        Nada hace estimar tanto a un príncipe como las gran-
     des empresas o el dar de sí ejemplos extraordinarios. En
     nuestro  tiempo  tenemos  a Fernando  de Aragón,  actual
      rey de España.  Podemos casi llamarle príncipe  nuevo  2,
     ya que de rey débil que era se ha convenido  por su fa-
     ma y por su gloria en el primer  rey de los cristianos; y
      si examináis sus acciones, las encontraréis  todas grandio-
      sas y alguna extraordinaria. Al principio de su reinado asal-
      tó Granada 3;  y aquella empresa fue el fundamento de su
      estado. En primer lugar, la realizó en un momento en que
      no tenía otras ocupaciones ni peligro de ser obstaculiza-



       12   Girolamo Riario, marido de Catalina Sforza fue asesinado el 14 de
      abril de 1488 por los conjurados capitaneados por Francesco d'Orso. Ver
      también Discursos, III, 6.
       Il  La debilidad fundamental de Catalina Sforza radicaba en la falta de
      amor de su pueblo, como se vio cuando atacada por César Borja, el pueblo
      se rebeló (15 de diciembre de 1500) rindiéndose, un mes después, la
      fortaleza.
        1   De lo que debe hacer el príncipe para ser estimado.
        2   Sobre Fernando el Católico había hablado en la carra de 29 de abril
      de 1513, dirigida a Francesco Vettori (que para Sasso es fundamental a
      la hora de hablar de la génesis del Principe), publicado en Lettere, página
      257; o con amargas palabras en el capítulo XVIII, del Prlncipe.
        l  La conquista de Granada duró diez largos años; con ella se terminaba
      la reconquista y se cumplía la tarea de unificación peninsular.
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